(Publicado el 10 de enero de 2006. Excélsior)
“Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad.”
Séneca*
Sonaban varios nombres para candidatos a la presidencia por el Partido Nueva Alianza (PANAL); entre ellos, el de la maestra Elba Esther Gordillo, el ex-canciller Jorge Castañeda, el ex-secretario de gobernación Esteban Moctezuma, el ex-secretario general del propio partido Alberto Cinta, y el presidente de esa agrupación política en Tabasco Manuel Paz; resultando electo, para sorpresa de muchos, Roberto Campa Cifrián.
Roberto Campa cuenta con una vasta experiencia en la vida política nacional, particularmente en el Distrito Federal. Fue Representante a la II Asamblea del Distrito Federal, ha sido diputado en 2 ocasiones, fungió como líder del PRI en el D. F. y fue líder del sector popular a nivel nacional; en 1997 fue nombrado Procurador Federal del Consumidor, participó en el 2000 como precandidato al gobierno del D. F. por el PRI y colaboró con Unidad Democrática (TUCOM) como vocero.
El día que se fue del PRI, Campa declaró: “Decido separarme porque he perdido la capacidad de concebir en el PRI un proyecto colectivo y sólo encuentro una suma de intereses individuales; perdí el interés en hacer política de la manera en que se hace hoy en el partido”.
El PANAL es una organización política de reciente creación; el Instituto Federal Electoral le otorgó su registro el 14 de julio del 2005. Su dirigente es Miguel Ángel Jiménez Godínez, quien ha afirmado tener como meta electoral la captación de un 4% de la votación total, lo cual le permitirá conservarse como partido político nacional.
Tanto Nueva Alianza como Alternativa Socialdemócrata y Campesina son opciones políticas que nacen justo en los momentos de mayor desconfianza de la sociedad hacia los tres mayores partidos en México: PRD, PRI y PAN. En estos tiempos, las organizaciones políticas tradicionales coexisten rodeadas de escándalos debido a sus disputas internas o a los actos de corrupción de sus dirigentes; en consecuencia, en las elecciones pasadas se manifestaron altos niveles de abstencionismo, llegando hasta un 60% en los comicios estatales.
Para muchos, los actuales candidatos de los principales partidos no representan una opción para el cambio del modelo de desarrollo económico o para el bienestar y futuro de México, sino solamente arrebatos políticos y desbordamiento de pasiones subjetivas, promesas incumplidas e intereses personales. En tal sentido, los nuevos partidos cuentan con un nicho de oportunidad para lograr el voto de aquellos que se encuentren indecisos.
Ya está delimitada la contienda presidencial, son cinco las candidaturas por las que podremos optar en el 2006: Acción Nacional con Felipe Calderón; PRD con López Obrador, en alianza con el PT y Convergencia; Revolucionario Institucional, en alianza con el Verde Ecologista, con Roberto Madrazo; Nueva Alianza con Roberto Campa; y Alternativa Socialdemócrata con Patricia Mercado. Este es el cartel y los aspirantes que aparecerán en la boletas; de entre los tres primeros saldrá victorioso aquel que logre convencer a la mayoría del electorado; y entre los últimos dos, se encuentra la responsabilidad de lograr para su partido por lo menos un 2% de la preferencia electoral para darle el registro definitivo.
El PANAL le restará más votos al PRI que a otros partidos por dos razones; la primera, por tratarse de un instituto de origen magisterial que tiene un número considerable de militantes en el Revolucionario Institucional; la segunda razón consiste en que el actual candidato, Roberto Campa, conoce desde adentro la estrategia electoral del PRI y cuenta con el apoyo de varias organizaciones que ahora tendrán que definir su posición política entre el PRI y el PANAL. Los que conocemos a Roberto Campa sabemos que es un hombre honesto, congruente entre lo que piensa, dice y hace; es un ser, como decían los viejos, a “carta cabal”… No sé si esta congruencia sea suficiente para garantizar que su partido logre el registro definitivo, pero de lo que sí estoy seguro es que será un leal candidato coherente con su tiempo y con su historia. Hasta la próxima.
*Lucio Anneo Séneca (4 a.C. - 65 d.C.) Filósofo romano conocido por sus obras de carácter moralista. Su estilo brillante de orador y escritor se había asentado cuando llegó al poder en el año 39 el emperador Cayo César Germánico Calígula, cuya megalomanía no permitió que la fama de Séneca le hiciera sombra. El año 41 se le exilió en Córcega hasta que en el año 49, por influencia de Agripina, es llamado a Roma y nombrado pretor; poco después fue tutor de Nerón, y cuando éste sube al poder, lo nombra consejero político y ministro. En el año 65 se le acusa de estar implicado en una conjura contra Nerón y es condenado a suicidarse cortándose las venas e ingiriendo cicuta para acelerar su muerte.
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