(Publicado el 13 de diciembre de 2005. Excélsior)
“Me opongo a toda superstición,
sea musulmana, cristiana, judía o budista.”
Bertrand Rusell*
Es muy común escuchar que el martes 13 es día de mala suerte, y se señala reiteradamente por el común de la gente que no se deben iniciar en esta fecha empresas que representen algún riesgo pues se cree que estos días no son propicios y que no dan un buen augurio. El número 13 representa por sí mismo un mal agüero. Por regla general, los constructores de edificios no consideran el piso trece, por ende los elevadores no contemplan esa parada; en la mayoría de los autódromos de Europa los pits (fosos de abastecimiento) o talleres donde los autos tanquean y cambian llantas, están numerados pero saltan del doce al catorce; y hasta en los modernos aviones observamos que los asientos van del 12 al 14 ignorando tan maléfico número.
El número trece se asocia a todo tipo de males. Las leyendas nórdicas hablan de 13 espíritus del mal; 13 comensales en una mesa es de pésimo pronóstico; la venida del anticristo y la bestia aparecen en el capítulo 13 del Apocalipsis; en el Tarot ese número se relaciona con la muerte.
Por lo que hace al día martes, éste tomó su nombre de Marte, el terrible Dios de la guerra, en la mitología romana (Ares en la mitología griega). Según los gnósticos y los astrólogos el martes es un día regido por el planeta rojo, sinónimo de destrucción, violencia, sangre, muerte y mala suerte.
Una leyenda dice que fue en un martes trece cuando se produjo la confusión de las lenguas en aquella mítica Torre de Babel… quizá por ello se le ha considerado un día sombrío. Todos conocemos los dichos populares que rezan “el martes 13 ni gallina eches, ni hija cases”; “el martes 13 ni hijo cases, ni cochino mates”; “el martes 13 ni tela urdas, ni hijas cases, ni lleves a confesar porque no dirán la verdad”; además de las supersticiones de no tener trece invitados en la casa y mucho menos en la mesa, de no cortarse las uñas ni el pelo en ese día porque trae mala suerte y crecerán anormalmente.
Para la tradición anglosajona no es el martes, sino el viernes trece, el día de Satán y de la maldad. Todo parece indicar que el origen de la leyenda proviene del viernes 13 de octubre de 1307. Ese día, al caer el sol, las tropas del Rey de Francia Felipe el Hermoso, arrasaron con toda la jerarquía templaria, incluyendo a su Gran Maestre Jacques de Molay. A partir de entonces, en los templos en los que se exiliaron esos caballeros, se rememoraba la fecha como estigma o marca de la traición y la ambición de Felipe “El Hermoso” quien buscaba, a toda costa, apoderarse de la riqueza de la orden que en sólo tres siglos se había convertido en la institución más poderosa de la época. A partir de ese momento, la tradición dice que, para los anglosajones, el viernes trece es el peor de todos los días; esa fecha se popularizó en Norteamérica con las películas de terror Viernes Trece (Friday 13th).
En síntesis, la tradición norteamericana del viernes 13 corresponde a nuestro martes 13, aunque a estas alturas existen personas que, por si las dudas, se guardan de todos los viernes y martes que coinciden con el número trece.
Hay quienes afirman, con abundante acopio de conocimientos esotéricos, que si se sale a la calle en este día, debe uno ponerse la ropa interior al revés para evitar un maleficio. Otras formas seguras para exorcizar las “malas energías” son el uso de ajo u ojo de venado, portar las estampitas milagrosas de San Miguel Arcángel que venden en los templos, o si lo prefiere, el supersticioso puede dedicarse a la oración para apartar la desgracia y la mala fortuna.
Lo que es un hecho, es que la superstición en ocasiones es la directriz de la vida de los que creen en ella. De manera que, como efectivamente se cree que el día de hoy es de mala suerte, la mayoría de los supersticiosos tendrá mala suerte, es decir no están adivinando un futuro sino que lo están creando.
Por lo pronto, invito a los amables lectores a metamorfosear, a cambiar, a transmutar este martes para que sea el mejor de todos sus días, hasta la próxima.
* Bertrand Arthur William Russell (1872-1970) Filósofo, historiador, matemático, pacifista y prominente racionalista inglés. Escribió sobre una amplia gama de temas, desde los fundamentos de las matemáticas y la teoría de la relatividad hasta el matrimonio, los derechos de las mujeres y el pacifismo. Estuvo en prisión dos veces y en cuatro ocasiones contrajo matrimonio. Russell fue también activista y pensador, ícono del racionalismo en su generación. Polemizó sobre el control de natalidad, los derechos de las mujeres, la inmoralidad de las armas nucleares, y sobre las deficiencias en los argumentos y razones esgrimidos a favor de la existencia de Dios.
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