21/1/11

FRATERNIDAD POLÍTICA


(Publicado el 15 de febrero de 2005. Excélsior)
“En política, lo importante no es tener la razón,
sino que se la den a uno”
Konrad Adenauer*

La actual crisis del sistema de partidos en nuestro país pone en riesgo el desarrollo histórico mexicano puesto que la coyuntura política que se presenta hoy en día, hace tambalear al organismo electoral autónomo que será el árbitro de los próximos comicios presidenciales. La autoridad electoral que se encuentra en manos de consejeros independientes, sufrirá graves presiones. La política nacional se colapsa por el hecho de que los principales partidos atraviesan circunstancias inéditas: por un lado, divisiones internas profundas; por otro, luchas externas que han llegado a colocar a operadores de primer orden tras las rejas y amenazan a los presidenciables de varios partidos con indagatorias administrativas y penales que pudieran derivar en verdaderos litigios ministeriales y judiciales.

Hablemos en esta ocasión del Partido Revolucionario Institucional, el cual atraviesa una lucha intestina brutal y no se ve que su presidente tenga todos los hilos en las manos. A diferencia de otras épocas, ahora se abren nuevas alternativas con el grupo de Gobernadores y de Legisladores, que tienen el derecho legítimo a competir internamente por la candidatura a la presidencia. El inconveniente está en la carencia de un proceso transparente y equitativo, que permita postular a un candidato que cierre fi las en torno a su ideario o a su carisma, un líder que tenga la habilidad de conciliar a sus militantes.

Tenía razón Jesús Reyes Heroles: “no hay que vencer sino convencer”. El trabajo unifica pero la cosecha divide; las tareas comunes unen pero la búsqueda del mendrugo fracciona. Un partido político tiene que postular al candidato o candidata que más simpatías le reporte, pues éstas se traducirán votos; si no se consigue aplicar un método imparcial en la selección correspondiente, habrá heridos en el camino y lo más seguro es que se desgajará la estructura partidista.

Los gobernadores del PRI adheridos a la “Unidad Democrática” sostienen que si Roberto Madrazo Pintado va a participar como candidato presidencial en el 2006, deberá renunciar a su actual responsabilidad para que, en aras de la democracia, el proceso de selección sea parejo. Es claro que un buen líder demuestra con el ejemplo su congruencia entre lo que dice y hace; por lo tanto, Madrazo no puede ser juez y parte en la contienda interna y tendrá que declinar a su posición actual de presidente del tricolor.

Aunque es sano que existan diferentes posturas dentro de un partido y que estas posiciones ideológicas se respeten, el propósito de una contienda interna es llegar unidos para conseguir el triunfo en la elección de la presidencia; de lo contrario, lo seguro será la autoderrota.

Además, este partido tendrá que aprender a organizarse sin el jefe nato que era el Presidente de la República, como ocurrió en otras épocas, figura gracias a la cual se lograba la mesura y se ponía en orden la casa.

El actual grupo de “Unidad Democrática” está integrado por los gobernadores de Hidalgo, Manuel Ángel Núñez Soto; del Estado de México, Arturo Montiel; de Coahuila, Enrique Martínez; de Nuevo León, Natividad González Parás; de Sonora, Eduardo Bours; el senador Enrique Jackson; el ex candidato perdedor a la Presidencia de la República en el año 2000, Francisco Labastida Ochoa; y los ex gobernadores de Veracruz, Miguel Alemán y de Tamaulipas, Tomás Yarrington. Todos estos políticos han solicitado a Madrazo que se inicie una Comisión cuyo objetivo sea la búsqueda del consenso y la generación de procesos incluyentes y de normas claras; porque los partidos no son de sus dirigentes, sino que se deben a sus asociados y agremiados.

Pero, ¿qué pasaría si Roberto Madrazo no acepta renunciar y participa en la contienda desde su posición privilegiada? Disidencia y fracturas internas serán la respuesta inmediata; aunque la peor consecuencia para el Revolucionario Institucional será la pérdida de la Presidencia de la República por segunda ocasión. Las molestias internas se pueden resolver con un buen liderazgo, no así la fractura y las heridas profundas que pueden provocar los pleitos personales.

Si se suscita el choque, vendrá otro éxodo de dirigentes y militantes hacia otros partidos, buscando el apoyo de grupos que tienen gran impacto en la sociedad. Quienes así migren, denunciarán y criticarán los errores del PRI, atacándolo despiadadamente, lo cual demeritará cualquier tipo de campaña presidencial y será aprovechado por los otros partidos que participarán en la elección.

El camino no es resolver las diferencias mediante el aplastamiento, la exclusión o la aniquilación de los rivales; sino a través del convencimiento y la implementación de normas claras y transparentes, y de procedimientos incluyentes y aceptables para todos. La oportunidad está tocando a la puerta, se puede ganar con unión; divididos, la derrota es segura e inminente.

*Konrad Adenauer (1876 -1967) Estadista y político alemán. Elegido en 1949 primer Canciller de la nueva Alemania por un solo voto de diferencia sobre su rival. Desempeñó el cargo hasta 1963, periodo en el cual Alemania Occidental fue separada políticamente de la Alemania Oriental. Adenauer inició la reconstrucción de la Alemania Occidental y ayudó a convertir la nación en una potencia económica; hacia 1953, el marco alemán era ya una de las monedas más cotizadas y fuertes del mundo.

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