19/1/11

LA CIUDAD DE LA ESPERANZA


(Publicado el 7 de enero de 2002 en El Día)
“Las Constituciones de los Estados sólo son tinta y
papel, frente a los factores reales de poder...”
Ferdinand Lasalle*

Con cierta angustia y obvia tristeza, he venido siguiendo los acontecimientos políticos que giran en torno al Gobierno del Distrito Federal.

He visto cómo se ha usado y abusado de la figura de la consulta ciudadana, la cual se convirtió en más que en una herramienta política, en una puerta de salida del Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador cuando se trata de resolver un asunto complicado en lo económico, político o social.

El que esto escribe no comparte la visión de hacer política que tiene el partido al que pertenece el Jefe de Gobierno del Distrito Federal; sin embargo he llegado a pensar sólo si el PRD y el PRI trabajan juntos, pueden hacer un “dique” de contención al tremendo efecto social que han sufrido y están por sufrir las clases medias y populares de esta Nación a consecuencia del neo-liberalismo que hoy enarbola el Partido Acción Nacional a través de su nuevo líder, el Presidente Fox.

Por eso, resulta angustiante ver cómo se desgasta inútilmente el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, debería estar consciente de que el proyecto que lleva sobre los hombros no es sólo personal, sino que se trata de un proyecto ideológico, generacional y coyuntural que lo trasciende. La realización de consultas públicas acerca de temas irrelevantes como el Horario de Verano en la capital, el incremento en la tarifa del transporte público, y la construcción de un segundo nivel en el Viaducto y el Periférico, son temas que han venido minando en gran medida a López Obrador.

La participación de 42 mil personas en dichas consultas, resulta irrisoria para una ciudad del tamaño de la nuestra. El 59 por ciento de esas 42 mil opiniones, favoreció el proyecto, en tanto que un 41 por ciento se manifestó en contra; tal “mayoría” constituyó la “legitimación” para el aumento de precio, por lo tanto en este año el transporte público se incrementará 50 centavos.

Hace algunas semanas, recomenzó el viejo debate acerca de la construcción del segundo nivel en el Viaducto y el Periférico, proyecto que será sometido a consulta popular los próximos días 19 y 20 de enero; a pesar de que el programa del presupuesto del D. F. para el año 2002, no alude específicamente la obra de referencia; lo cual a todas luces representa una ilegalidad al comprometer recursos no contemplados en el presupuesto correspondiente. No obstante, las autoridades argumentan que en la partida presupuestal número 60 del rubro de “Infraestructura Urbana”, se da cuenta de la utilización de 500 millones de pesos para la construcción del segundo nivel en el Viaducto. Para ilustración de los lectores, es necesario apuntar que la mencionada partida 60 señala textualmente que los recursos se emplearán para “realizar obras de ampliación en la red vial primaria y secundaria”; no sé de dónde sacaron que los 500 millones de pesos de la partida 60 contemplan la totalidad del dinero para esa obra.

Estamos de acuerdo con que es necesario fortalecer la democracia y abrir nuevos canales de participación, también estamos de acuerdo con que gente tan experimentada como David Serur sea responsable del proyecto; pero es necesario corregir las equivocaciones que se han cometido: 1. No se trata de un proyecto nuevo, sino que data de finales de la década de los 80 y fue presentado por segunda vez en el gobierno de Oscar Espinosa Villarreal en 1997; 2. El ambicioso proyecto no aparece en el presupuesto de egresos enviado por el Gobierno del Distrito Federal a la Asamblea Legislativa; 3. Una consulta popular debió implementarse antes de elaborar el proyecto y no como sucede ahora, tras haber ordenado la mecánica de suelos de un viejo proyecto para adecuarlo; 4. Es la Asamblea Legislativa del Distrito Federal la que tiene la última palabra, por lo tanto, debe cuidarse la representación que ésta tiene, la cual está contemplada en la Constitución General de la República, en el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal y en la Ley Orgánica de la Asamblea; 5. Existe una diferencia de puntos de vista entre el Gobierno Federal y el local.

Un tema adicional, no menos importante, es el relativo a que la Ley del Transporte hace obligatorio el seguro del automovilista llamado SUVA. Estamos de acuerdo con que es válida la preocupación del Jefe de Gobierno por resguardar económicamente a los automovilistas que no tienen posibilidades de adquirirlo; pero no concordamos con él cuando declara que no aplicará las multas contempladas en la mencionada Ley. Olvida el Lic. López Obrador, que la ley es general, impersonal, impero-atributiva, bilateral, heterónoma, abstracta, permanente y coercitiva, que no basta su voluntad para dejar sin sustancia y sin coerción una norma, y que para vetar una ley hay mecanismos que la propia legislación establece.

El Jefe de Gobierno no tiene atribuciones para decidir no aplicar las multas, como se argumentó por parte del Gobierno de la Ciudad al señalar que dicho funcionario tiene facultades para condonarlas. Para eliminar alguna infracción primero tiene que producirse la falta, luego ésta debe ser sancionada, y la condonación será el resultado de un procedimiento administrativo individual en el que debe mediar la solicitud correspondiente. Evidente e indudablemente, le está faltando asesoría jurídica al tabasqueño.

*Ferdinand Lassalle (1825-1864). Abogado y político socialista alemán. Durante su participación en la revolución alemana de 1848, por la que fue encarcelado, entabló amistad con Karl Marx. Fue uno de los fundadores de la Asociación General de Trabajadores Alemanes en 1863. En su obra ¿Qué es una Constitución? se propuso encontrar la esencia del concepto a partir de un análisis realista; la define como el resultado de la suma de los factores reales de poder. Para Lassalle una Constitución sólo tiene tal carácter si refleja la realidad política de un Estado.

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