27/1/11

LOS PATRONOS DEL ORBE

(Publicado el 14 de noviembre de 2006 en Rumbo de México)
“La realidad del poder mundial escapa ampliamente a los Estados.”
Butros Ghali*

Tuve la oportunidad de asistir al lanzamiento de la nueva versión de la empresa Microsoft denominada “Windows Vista” a la que asistieron Felipe Sánchez Romero, Director General de Microsoft México, y otras personalidades como Enrique Krauze. La presentación de esta nueva versión del producto estaba dirigida hacia los corporativos de las empresas privadas y del sector público. Este sistema operativo sustituirá a las versiones XP y 2000, actualmente utilizadas en esos sectores; seguramente tendrá un gran éxito.

Durante las charlas de los distintos expositores, no pude evitar reflexionar sobre la importancia y poderío que representa la carretera de la informática y las telecomunicaciones en nuestros días. Hay más de mil millones de usuarios de Internet y dos mil millones de teléfonos celulares, aún donde no hay electricidad.

Según Carol Abousleiman, la Internet “crece en forma geométrica” y no tiene limitación en el espacio, es posible comunicarse en segundos con individuos de más de 150 países diferentes; a través de las redes virtuales, los mercados bursátiles realizan transacciones a la velocidad de la luz. Quienes son dueños de estos sectores empresariales son mucho más poderoso que las Naciones, porque con sólo una llamada pueden influir para que baje el valor de una moneda o para hacer que se caiga la bolsa de valores de algún país, incluso, con cierta facilidad pueden provocar la caída de gobiernos y regímenes.

Nace una nueva religión con un nuevo dios: “El Mercado”; a su servicio están una serie de jóvenes sacerdotes, egresados de Harvard o del MIT (Massachussets Institute of Technology), que como acólitos ambiciosos pretenden llegar a ser sacerdotes o cardenales y, por qué no, hasta contender para ser el Papa de este culto.

El nuevo ser poderoso, tiene atributos divinos como la planetariedad, la permanencia, la inmortalidad y la ubicuidad, es omnipresente y omnisapiente; cada intercambio que se realiza por teléfono o por Internet es como una “transustanciación” en la que los valores desaparecen, entre cuenta y cuenta, para convertirse en dólares electrónicos. Los feligreses o inversionistas tienen fe en que el dinero está debidamente protegido o guardado; no hay presencia física, todo es virtual, son millones de nips con su respectivo número de cliente y estados de cuenta; millones de feligreses, cientos y miles de acólitos, miles de sacerdotes, cientos de cardenales y obispos; pocos, muy pocos aspirantes a ser Sumo Pontífice, es decir, el verdadero representante del “dios Mercado” en la Tierra.

Los creyentes de esta religión son de una corriente filosófica denominada “racionalismo económico”, cuyo fundamento se basa estrictamente en el concepto de utilidad financiera. No les interesa la estabilidad política de una nación, ni el desempleo, ni la contaminación, ni el hambre en el mundo, porque va en contra de su religión. Sólo intervienen en esos temas cuando les representa una ganancia o cuando se pone en peligro la estabilidad de esta gran “congregación mundial.

Como en toda religión, hay una magia negra en los mercados financieros que rompe los silogismos económicos, porque ahora puede valer más un negocio en el papel que en sus activos o productos.

En última instancia, estos cardenales financieros deciden si la acción sube, si permanece igual o si baja; y lo mismo hacen con el destino las naciones, basta comparar el monto de las reservas de cualquier país con el fondo de inversión privada; no hay ningún estado que supere el monto de las fortunas acumuladas en su conjunto de los 100 hombres más ricos del mundo.

En el marco del lanzamiento de Windows Vista, el Sr. Enrique Krauze dio una conferencia magistral sobre los horizontes políticos y electorales de México. En su opinión, este país cuenta únicamente con un 3% de historia democrática en la larga trayectoria de su vida política. Manifestó que desde 1325, fecha en que se funda Tenochtitlán, y hasta 1521, no existió otra cosa que la Teocracia; luego, en la época de la Colonia, lo que imperó en México fueron 300 años de monarquía absoluta española; para 1824, nuestra nación entró a una etapa de inestabilidad y caos político: guerras, muertes, imposiciones, invasiones y traiciones… Sólo nueve meses de Juárez y Lerdo de Tejada, según Krauze constituyen el inicio de ese pequeño porcentaje democrático hallado en la historia del país. Al caer Lerdo, el país entra en una nueva etapa de desconcierto que, de acuerdo con el mismo Krauze, retoma el cauce democrático hasta que el PRI pierde la mayoría en la Cámara de Diputados en la época del presidente Ernesto Zedillo. El bajo porcentaje que menciona el historiador en su conferencia, en su gran mayoría lo hemos vivido a partir del 2000, con el ingrediente de un Congreso que en su conjunto mayoritario representa a otras posiciones políticas.

Los gerentes de los fondos internacionales y los dueños de los grandes medios de comunicación son los amos del mundo, no se rigen por ninguna norma internacional. En el ciberespacio, no hay contrato social, ni leyes, ni sanciones. Entonces, Lassalle tenía razón: “Las constituciones sólo son tinta y papel…” Los gobiernos se legitiman con votos, trianuales o sexenales, pero en los mercados se vota todos los días; hasta la democracia se ve afectada con los nuevos dogmas.

*Butros Butros-Ghali (1922) Diplomático egipcio que ocupó el cargo de Secretario General de las Naciones Unidas entre enero de 1992 y diciembre de 1996. Nació en El Cairo, en el seno de una familia cristiana copta que ya tenía entre sus integrantes un ex primer ministro egipcio. Obtuvo un doctorado en Derecho internacional en la Universidad de París y se diplomó en relaciones internacionales en el Instituto de Estudios Políticos de París. Entre otros cargos, destacan la presidencia del Centro de Estudios Políticos y Estratégicos y de la Sociedad Africana de Estudios Políticos, también fue director del Centro de Investigación de la Academia Hague de Derecho Internacional y profesor de la Facultad de Derecho de la Sorbona. Ocupó el cargo de Secretario de las Naciones Unidas a partir de 1992, su gestión fue duramente criticada por la inacción de la ONU durante el Genocidio de Ruanda de 1994.Fue el primer Secretario General de la ONU en no permanecer en el cargo para un segundo período.

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