26/1/11

POLÍTICA EN DESCOMPOSICIÓN


(Publicado el 21 de febrero de 2006. Excélsior)
“La unidad y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo.”
Isaac Newton*

La descomposición política que hemos observado estos últimos días, grafica un brete del sistema político tradicional nunca antes visto; por lo menos no en los términos presenciados. Con absoluta desenvoltura, se han abierto una serie de sentinas repletas de corrupción, favoritismos, pactos ilegales y prebendas que van más allá de lo razonable; la corrupción, como dijera Jesús Reyes Heroles, ha rebasado los límites imaginables.

Estos temas no le son particulares a un partido político; en las tres principales fuerzas políticas que actualmente gobiernan el país, existen este tipo de asuntos. No es una cuestión de ideologías ni de plataformas, se trata de la condición humana del “actor” al que le falta moral y le sobra poder; del funcionario escaso de valores pero vasto en avaricia; del burócrata sin ética profesional pero con demasiada desfachatez.

La lucha por obtener el poder por el poder mismo, nos ha llevado a presenciar montajes impresionantes dignos de una trama Hollywoodense; los candidatos piensan en triunfar cueste lo que cueste, caiga quien caiga, sin importar que se lleven de “corbata” al sufrido y leal pueblo mexicano. Todo ello nos causa decepción, nos aleja de la esperanza y promueve el abstencionismo.

Anteriormente, el poder público se ejercía tras bambalinas; en política, la forma siempre definía el fondo. Así, si el contexto era mentira y palabrería, pero se decía con propiedad dentro de los “cánones”, entonces todo el ambiente se desarrollaba sin aspavientos y con tranquilidad. Da dolor escuchar conversaciones telefónicas obtenidas por medios delictivos, que substituyen al debate nacional político. Dónde queda el programa nacional de educación, las estrategias para combatir el narcotráfico, la inseguridad, el desempleo, el hambre espiritual y material; en dónde quedan los temas del campo, de la agroindustria, de la emigración y del mal llamado braserismo; en dónde están, amigas y amigos lectores, el futuro del petróleo y de la generación eléctrica; a dónde se dirige el terrible problema de las pensiones que pagarán quiéranlo o no, nuestros hijos y nietos; ¿dónde quedó la cordura? Sólo escuchamos exigencias de investigación; lamentaciones de inseguridad; deslindes y más deslindes; escándalos de enriquecimiento explicable o no; declaraciones insulsas y caprichosas; o verdaderas boberías que ofenden y lesionan a la actividad política.

Se contribuye a la descomposición, cuando los responsables de campañas buscan obtener espacios informativos sólo para desenmascarar al contrincante y exhibir su podredumbre. Vaya, hasta las preferencias sexuales son armas contra el adversario.

Hoy se platica de nuevos pactos, de diálogos y acuerdos; mientras esta clase política se embiste sin piedad y no respetan siquiera la privacidad.

Se discurre sobre posibles treguas; cuando las fisuras entre los candidatos son verdaderos barrancos insuperables. En esta descomposición política, en esta etapa de falta de información y de posturas, en este periodo de desagravios electorales, no tenemos puntos a discutir para favorecer algún candidato con nuestro voto.

De seguir con estos esquemas, podemos desembocar en una división del pueblo mexicano, que puede converger en un temblor social; no sabemos hasta dónde aguante la presión. El verdadero riesgo, es que no exista nadie que la controle; de seguir con un discurso de pobres contra ricos, de buenos contra malos, estaremos llegando a un maniqueísmo; cuando las clases sociales se escinden, toman preferencia radical entre lo popular y lo elitista, entre lo religioso y lo laico, entre los de izquierda y los de derecha. El reto para todos los partidos, es encontrar el camino hacia la unidad nacional, para que este pedazo de cielo y tierra llamado México, se mantenga unido y para que se aleje el fantasma de la división y la polarización.

*Sir Isaac Newton. (1643 –1727) Científico, físico, filósofo, alquimista y matemático inglés, autor de los Philosophiae naturalis principia mathematica, donde describió la ley de gravitación universal y estableció las bases de la Mecánica Clásica mediante las leyes que llevan su nombre. Newton fue el primero en demostrar que las leyes naturales que gobiernan el movimiento en la Tierra y las que gobiernan el movimiento de los cuerpos celestes son las mismas. También destacan sus trabajos sobre la naturaleza de la luz y la de desarrollo del cálculo matemático. Comparte con Leibniz el crédito por el desarrollo del cálculo integral y diferencial.

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