24/1/11

OBRAS ELECTORERAS


(Publicado el 2 de agosto de 2005. Excélsior)
“Es difícil y arduo ser un hombre político y al
propio tiempo ser un hombre verdaderamente moral.”
Sir Francis Bacon*

Si alguien me preguntara ¿qué hace falta en la ciudad y en el país para mejorar nuestra democracia?, sin temor a equivocarme contestaría: “Rendición de cuentas, control, fiscalización y transparencia”.

El gobierno debe estar sujeto a la obligación de reportar, explicar o justificar sus actos ante el pueblo, que es el real depositario de la soberanía en una democracia. Qué lejos estamos de que el servidor público responda frente a los representados acerca de sus obligaciones, las críticas o requerimientos que se les plantean quedan sin respuesta y, en caso de que cometan errores, no aceptan su responsabilidad, incompetencia o engaño.

Control y fiscalización son los mecanismos que permiten supervisar los actos del gobierno. La transparencia es una característica que abre la información de las organizaciones políticas y estatales al escrutinio público. La mala administración y asignación de los recursos públicos y la corrupción, obedecen a la falta de controles institucionales, y a que las actividades del Estado son difíciles de vigilar, incluso por el mismo gobierno.

Las nuevas vialidades denominadas “segundos pisos” han resultado muy controvertidas, tanto en su operación como en el ejercicio presupuestal, debido a las implicaciones y consecuencias de estas obras en la campaña presidencial del Lic. López Obrador. Al respecto, se han escuchado opiniones y comentarios como: Se hicieron al vapor; no benefician más que a un sector; se desviaron recursos; van a durar muy poco; etcétera, mismos que no han sido aclarados, como es obligación del funcionario capitalino, quien se ha limitado a dar largas y a ocultar información...

Es evidente que los segundos pisos en el Periférico y en el Viaducto no resuelven el problema de la vialidad ni de la contaminación en la Ciudad de México, además de que son obras que incentivan el uso de automóviles particulares.

Las auditorías contenidas en la revisión de la cuenta pública del Gobierno del D. F. del año 2003, realizadas por la Contaduría Mayor de Hacienda, reportan graves irregularidades en la construcción y pagos del segundo piso del Periférico. El estudio señala que un total de 706 millones se destinaron a pagos a contratistas por servicios extraordinarios, errores en las obras, intentos de montaje fallidos y descomposturas de la maquinaria. La mayor cantidad proviene de estimaciones que no fueron autorizadas por la residencia de obra de la Administración Pública, como lo marca la normatividad, con lo cual se violó el artículo 50 de la Ley de Obra Pública; incluso algunas estimaciones pagadas presentan firmas ‘PA’ o ‘PP’ sin identificar quiénes son los servidores públicos que las suscriben. Los resultados del proceso de fiscalización reportan que casi 22 millones de pesos se pagaron en dos convenios especiales, en tanto que 10.9 millones de pesos no se justifican pues fueron pagados con base en un convenio especial cuyo objeto no está sustentado. Además, el Fideicomiso para el Mejoramiento de las Vías de Comunicación (FIMEVIC), destinó 35 millones de pesos a “conceptos extraordinarios”, que en su mayoría fueron injustificados. De igual manera, la auditoría reporta que se rentó equipo innecesario y que se hicieron incrementos en los montos de los contratos en varias ocasiones. Por su parte, el director de dicho Fideicomiso, Alfonso Utrilla, reconoció que los estudios de resistencia aplicados a seis trabes del segundo piso no se entregaron a tiempo.

Para aclarar la parte estructural, el gobierno capitalino contrató al Instituto de Ingeniería de la UNAM, el cual concluyó que sólo podían avalar las partes que estudiaron, pero no la obra en general. Ante tales hechos, los diputados del PRD utilizaron su mayoría en la Comisión de Vigilancia de la Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea Legislativa para diferir procesos de auditoría al FIMEVIC hasta el 15 de julio del 2006. Con esta decisión, los ciudadanos no podrán conocer, sino hasta después de las elecciones presidenciales, las anomalías que se hayan presentado en la dependencia encargada de construir los segundos pisos.

¿Por qué la defensa del FIMEVIC? ¿Qué temen los perredistas que les afecte en su campaña? Lo obvio es que las obras fueron parte de un futuro electoral, primero lo inauguraron y luego lo probaron, ¿Qué no les conviene la rendición de cuentas, el control, la fiscalización y la transparencia?

*Francis Bacon (1561-1626) Célebre filósofo inglés. Fue nombrado Canciller de Inglaterra durante el reinado de Jacobo I. Posteriormente, se retira para ocuparse de sus estudios en filosofía y ciencias. Sus escritos se engloban en tres categorías: filosófica, literaria y política. Sus mejores obras filosóficas son El Avance del Conocimiento (1605) y Novum Organum o Indicaciones Relativas a la Interpretación de la Naturaleza (1620).

No hay comentarios:

Publicar un comentario