25/1/11

BUSH EL GENOCIDA


(Publicado el 20 de diciembre de 2005. Excélsior)
“La ilegitimidad es algo de lo que tenemos que hablar
en términos de no tenerla.”
George W. Bush*

Los norteamericanos están tan habituados a la guerra que el término “paz” les es del todo inimaginable. Al terminar cada guerra, siempre han buscado un nuevo enemigo; sus jóvenes son arrancados de sus hogares y de sus sueños para ser equipados con un uniforme militar y una alforja repleta de instrumentos para aniquilar al prójimo, para matar a los “otros” enemigos del imperio…

En esa búsqueda ininterrumpida de contrarios, se toparon con uno espeluznante: el terrorismo. Para combatirlo, en 1996 alinearon a 26 naciones y se lanzaron en un movimiento al que mal llamaron “cruzada contra el terrorismo”; poco a poco, se dieron cuenta de que el rival es escurridizo, intangible e indefinible y, si no se puede definir, mucho menos se podrá detener.

Los ignorantes de la historia soslayaron el hecho de que Occidente fue el gran perdedor de las cruzadas las cuales dejaron un saldo incalculable de muertes; y que el Rey Saladino es síntesis de instantes amargos para el imperio francés; igualmente ignoraron que, hasta la octava guerra santa, todas terminaron en derrotas para el mundo occidental, constituyendo cada una, pronóstico de las venideras.

Es claro que no todos los actos terroristas tienen el mismo fundamento, ni revelan la misma lógica; sino que responden a “razones” distintas de violencia; y hay que reconocer que con frecuencia, atienden a un agravio legítimo como en los casos de Menahen Begín e Isaac Shamir, quienes fueron terroristas en los años cuarentas actuando en contra de civiles árabes para posteriormente ser dirigentes de Israel y, uno de ellos, premio Nobel de la paz en 1978. O como el caso de los soldados de la resistencia en Francia ante la ocupación nazi quienes luego fueron condecorados; o los hermanos Serdán, acusados de acopiadores de armas y terroristas que ahora gozan de un importante lugar en la historia de nuestro país al ser considerados propulsores de la Revolución Mexicana.

Se ha llamado terrorismo a una variedad de acciones, que van desde el envenenamiento con gas perpetrado por la secta Aun en el metro de Tokio, hasta los atentados organizados por islamistas palestinos; pero también a aquellos ataques cometidos en Oklahoma en 1995 que ocasionaron la muerte de 168 personas, entre ellas 19 niños. Igualmente y sin lugar a dudas, son actos de terrorismo las represalias de “Sión”, en las que se utilizaron aviones supersónicos de manufactura estadounidense. ¿Acaso no es deleznable la guerra de Irak y luego la ocupación de este país utilizando bombas de racimo proscritas por la comunidad internacional, o las armas de fósforo blanco que con el pretexto de iluminar, dejan sin luz y sin vida a cientos de familias en esas latitudes?

George W. Bush, seguramente será recordado como uno de los grandes genocidas del siglo XXI. Un político que aplica a cabal conciencia la idea de Maquiavelo sobre las afrentas “A los hombres se les ha de mimar o aplastar...” Para muestra tomamos a Irak, la guerra que no encontrará justificación, ya que la coartada nunca apareció, los militares no hallaron los arsenales nucleares, que fueron la causa de la invasión. Lo que sí encontraron, fue un país desolado, desértico, lleno de miseria y fanatismo… pero rico en petróleo.

El ataque a Irak constituye por sí mismo un acto aberrante. El 13 de diciembre de este año, Bush confirmó que en esta guerra han perdido la vida 2140 soldados y 30 mil víctimas iraquíes. Señaló que todas esas vidas se perdieron en aras de la democracia y añadió que “ganaremos un aliado en la guerra contra el terror”. Lo que sí ganó Bush es el honor de ser colocado, en breve, en el basurero de la historia.

Sin ningún problema de conciencia, el gobierno norteamericano financia terroristas que han llevado gran dolor a un sinnúmero de pueblos, el mismo Bin Laden fue contratado y auspiciado por nuestros vecinos del norte. Pero ahora, Bush es el Papa de la última cruzada contra el terrorismo; ¿cómo puede un ser así mirar a sus hijos de frente?, ¿cómo se puede sonreír sin alma?, ¿cómo puede enviar a los jóvenes a la muerte?, ¿cómo logra vivir sin remordimientos luego de haber asesinado a treinta mil iraquíes y a más de dos mil norteamericanos de entre 18 y 25 años?

Que no se confunda el presidente norteamericano, el verdadero terror que vive el mundo es el umbral de la pobreza extrema; el gran desafío que debemos enfrentar todos juntos es el desempleo que manda a la calle a legiones de desgraciados; el reto a vencer son las pandemias, las guerras y la contaminación que dejan sin patrimonio a los seres humanos de hoy… y a los de mañana.

*George Walker Bush (1946) Es el cuadragésimo tercer Presidente de los Estados Unidos. Miembro del Partido Republicano. Fue gobernador del estado de Texas. Sirvió como piloto en la Guardia Nacional del Estado de Texas y ha sido empresario en la industria petrolífera y en el deporte profesional. Es miembro de una destacada familia política, hijo del ex-presidente estadounidense George H. W. Bush, hermano del ex gobernador de Florida Jeb Bush y nieto del ex-senador estadounidense Prescott Bush. Es el segundo hijo de un presidente estadounidense en acceder a la presidencia de la nación, el primero fue John Quincy Adams.

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