24/1/11

LUCHA POR EL D. F.


(Publicado el 7 de junio de 2005. Excélsior)
“A los chaparros, los golpes bajos les
dan en toda la m… cara”
Sacarías*

Con la incógnita de lo impredecible, los tres principales partidos de  la política nacional, iniciarán precampañas y proselitismos en esta ciudad capital. Los ciudadanos del Valle de México seremos, de nueva cuenta, objeto de un sinfín de ofertas, promesas, proposiciones, juramentos, compromisos; seremos también espectadores de pugnas, odios y golpes bajos entre quienes persiguen la principal butaca de la metrópoli. Carteles de todos los colores, frases y locuciones, farsas y sainetes. De todo, como en botica, con tal de ganar el voto de los que tenemos la suerte, buena o mala, de vivir en el Distrito Federal.

Iniciemos con el PRI, el partido colocado en tercer lugar en la ciudad de México y que perdió casi todo en las elecciones pasadas: Regencia, 15 delegaciones y todas las curules de mayoría en la Asamblea Legislativa. Al parecer, esta agrupación política está decidida a dar la pelea, revisó su estructura y definió una buena estrategia, seguramente ganará y recuperará posiciones electivas importantes. Con Beatriz Paredes al frente de la campaña, los priístas reconquistarán simpatías en las clases populares, entre los intelectuales y en el sector femenino. ¿Hasta dónde podrá crecer? Eso dependerá de los recursos financieros, de la campaña de medios, del equipo que la rodee y del apoyo de la clase política priísta de la ciudad que, hoy por hoy, está desmantelada.

Esta Tlaxcalteca es una persona de mucho arraigo en el PRI y cuenta con una gran experiencia política. Ha representado muy diversas posiciones, pues ha sido dirigente campesina y diputada, logrando contestar los informes de los presidentes José López Portillo en 1981 y de Vicente Fox veinte años después; asimismo, fue la segunda gobernadora en el país, al frente de su Estado (Griselda Álvarez en Colima fue la primera). Es, en síntesis, una muy competitiva contrincante que tiene la posibilidad de recuperar la administración del D. F.

Para los actuales gobernantes de la ciudad de la esperanza, pertenecientes al partido del sol, al amarillo PRD, las cosas no están fáciles.

Todos quieren contender, porque las encuestas afirman que el que se lance por ese partido será el ganador de la elección. El nombre de Marcelo Ebrard está a la cabeza; él ha desempeñado varios cargos del mejor nivel en el gobierno capitalino en forma talentosa, es claro en su discurso y apreciado por la gente, factores que le dan preeminencia sobre sus rivales de partido. Sin embargo, no todo favorece al Lic. Ebrard, pues tiene un pasado priísta identificado con Salinas y Manuel Camacho, de lo cual abusarán sus competidores internos como Pablo Gómez o René Arce, perredistas enraizados, y lo mismo hará el expriísta Demetrio Sodi, puesto que todos ellos se han manifestado en múltiples ocasiones por la candidatura al gobierno del D. F. Porque aceptar a un expriísta es, según afirman, aceptar a un arribista, aunque sea la mejor opción y el más cercano a López Obrador. ¿Acaso se les olvida que los más importantes fundadores del PRD fueron ex priístas?

Acción Nacional está pasando por sus peores momentos. Todos se han enfocado a la precampaña presidencial y al Estado de México, dejando a la candidatura de la capital en manos del destino, por lo menos así lo han dejado notar en los medios. Se menciona a la primera dama, Martha Sahagún de Fox, como una de las alternativas viables sin que medie propuesta clara o consentimiento expreso. A la fecha sigue siendo un enigma la nominación de un candidato, a lo mejor no tienen un representante con la experiencia política de sus antagonistas. Ya Santiago Creel ha invitado públicamente al controvertido y también talentoso Demetrio Sodi de la Tijera a renunciar a su actual militancia y a contender por el PAN.

El blanquiazul tendrá que buscar en sus mejores hombres y mujeres, con el currículo necesario para estar a la altura de la contienda, quizá un delegado, un senador o un exgobernador que tenga vivencias en campaña y que esté dispuesto o dispuesta a participar en una lucha encarnizada a fi n de obtener la gestión de esta urbe. Mientras tanto, mis queridos lectores, en espera del apabullante y descosido proselitismo, tendremos tiempo de reflexionar sobre quién pudiera tener el tamaño para sanear esta ciudad, para combatir la corrupción y la inseguridad, para eficientar el transporte público y sus vialidades, para solventar la problemática judicial y de reclusorios, para acabar con el desempleo, para reordenar los servicios públicos y para depurar las finanzas estatales. Magnas obligaciones que deberá resolver con acciones factibles y no con promesas, aquel o aquella, a quien decidamos designar por medio del voto. Lo que no se vale, es la abstención.

*Seudónimo empleado por Jorge Gaviño Ambriz

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