27/1/11

CAÍDA DE UN GOBERNADOR


(Publicado el 31 de octubre de 2006 en Rumbo de México)
“Gracias a la libertad de expresión, hoy ya es posible decir que un gobernante
es un inútil sin que nos pase nada… al gobernante tampoco”
Jaime Perich*

El 27 de Octubre pasado ha sido uno de los días más violentos y conflictivos de los 163 que ha durado el conflicto en Oaxaca. Ese viernes, hubo varios enfrentamientos a balazos en distintas zonas de la urbe oaxaqueña: uno en la avenida Ferrocarril y Calicanto, otro a espaldas de la Procuraduría General de Justicia del Estado, uno más en Santa Maria Coyotepec y uno último en Santa Lucía del Camino a 15 kilómetros de la ciudad de Oaxaca. Dichos eventos dejaron un saldo de dos mexicanos y un camarógrafo estadounidense muertos y al menos 23 heridos de bala. Seguramente, la muerte del ciudadano norteamericano y el escándalo diplomático que produjo este suceso presionó al Gobierno Federal Mexicano para tomar acciones inmediatas, que en múltiples ocasiones se había rehusado a enfrentar.

Ante tales acontecimientos, la Presidencia de la República envió a las fuerzas federales de seguridad a la ciudad de Oaxaca para reestablecer el orden y el estado de derecho en esa demarcación. La Policía Federal Preventiva, la Armada de México y el Ejército movilizaron tropas, aeronaves y equipo pesado, en un operativo que busca retirar las barricadas de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) e iniciar el rescate de las oficinas gubernamentales secuestradas por esa agrupación desde el pasado mes de junio.

El saldo del operativo fue de dos muertos y múltiples heridos, aunque las autoridades niegan la vinculación entre las defunciones y el operativo en comento. La ciudad quedó envuelta en nubes de humo por las quemazones; esa es la escena dantesca que pone fi n a la toma de la ciudad de Oaxaca por parte de la APPO, pero no al conflicto en general. Las autoridades tuvieron que optar por el ejercicio de la fuerza pública ante la negativa de negociar; es evidente que obró la pasión en lugar de la razón.

El conflicto inició hace cinco meses y medio con un problema laboral que se radicalizó con la petición de la renuncia del gobernador Ulises Ruiz Ortiz. Cada día que transcurría se complicaba, cada negociación realizada entre los líderes del movimiento y el gobierno federal se venía abajo al demostrarse que la palabra acordada en la capital mexicana no se cumplía en la ciudad de Oaxaca.

Al margen de la militancia política que pueda tener cualquier observador, resulta evidente que el conflicto ha alcanzado tales dimensiones debido al radicalismo de algunos militantes de la APPO y de la sección vigésimo segunda del SNTE; y por otra parte, debido a la ineptitud del gobierno local para dar salida a la presión social que, como olla express, se acumulaba en ese estado del sureste mexicano. Baste señalar el desalojo violento de las instalaciones del periódico Noticia, las detenciones sin fundamento legal, la ruptura con el gobernador anterior, la prohibición de realizar plantones, las amenazas, las filtraciones en prensa, los desalojos fallidos y una larga lista de etcéteras.

Las radiodifusoras fueron secuestradas y los hoteles allanados, hubo destrucción de mobiliario urbano y ataques a la población civil, murió gente inocente, los niños se quedaron sin escuela, y los que viven del turismo y del comercio en el centro histórico, perdieron su trabajo y sus ingresos.

La sangre ya llegó al río y los muertos harán inolvidable este enfrentamiento. Quizás el mayor crimen se cometió en contra de la niñez oaxaqueña pues es a los más pobres a quienes se está negando la oportunidad de educarse como única posibilidad de salir de su miseria. Por una parte, se escucha el grito de “libertad a presos políticos”, cuando, parafraseando a Reyes Heroles, existen puros políticos presos; y por la otra, se plantea con terquedad la negativa de la renuncia cuando ya no existe ni sombra de autoridad, ni de honor; y lo que es peor, no existe siquiera la posibilidad de gobernar. Ahora vendrán las manifestaciones para demandar la liberación de los presos, el retiro de la PFP, la cancelación de las órdenes de aprehensión y la generación de las condiciones de seguridad para el retorno a clases.

Oaxaca, tierra frondosa en laureles, tierra de pirámides y estelas, tierra de historia, cuna de hombres y mujeres ejemplares, es hoy el Estado más atrasado con mayor ingobernabilidad; si bien es cierto que la cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones, entonces, la Unión Nacional tiene su gran debilidad precisamente en Oaxaca, en donde se enfrentan nuestras miserias.

Quien debe reflexionar sobre estos hechos y recapacitar sobre la conveniencia de permanecer en la silla del ejecutivo estatal, es el gobernador Ulises Ruiz, porque a esa silla llegó con el apoyo popular, mismo que hoy le es negado.

*Jaime Perich (1941-1995) Escritor, dibujante y humorista catalán. En 1971 escribió Autopista, recopilación de aforismos, frases cortas y juegos de palabras de contenido político, obra que se convirtió en el libro más vendido del año. Luego publicó otros 20 libros de características semejantes, destacando entre ellos los de la serie Noticias del 5º Canal. Fue miembro fundador de la célebre revista Hermano Lobo, posteriormente creó y dirigió la revista política POR FAVOR, también publicó en la revista satírica El Jueves. Participó en numerosas exposiciones colectivas de humor en Francia, Italia, Portugal, Bélgica, Alemania y la mayoría de los países Latinoamericanos. En su memoria se creó el Premio Internacional de Humor “Gat Perich” que se otorga cada año en la localidad ampurdanesa de Llançà, Gerona y al que asisten la inmensa mayoría de sus colegas y amigos de profesión.

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