(Publicado el 20 de agosto de 2001 en El Día)
“Cuando no se tiene nada que decir,
lo mejor es callar...”
José Saramago*
Faltando unos días para que el Señor Fox presente su primer informe de gobierno, parece que ningún progreso podrá referir; por el contrario, si es sincero en este evento tendrá que hablar de los problemas que se han venido agravando desde el inicio de su gestión, tanto por las circunstancias internacionales como por la desaceleración económica de los Estados Unidos de América, y por los errores internos que se cometieron y se siguen cometiendo dada la inexperiencia política de los gobernantes en turno.
Tengo gran curiosidad por escuchar al presidente en su informe Constitucional ante el Congreso, y por ver si vuelve a cometer la pifia y falta de respeto al Órgano Legislativo, iniciando su discurso desde la más alta tribuna de la nación, con un saludo a sus hijos, como lo hizo en su toma de posesión, y tal vez también a su esposa. Pero sobre todo, tengo una curiosidad infinita por saber cómo nos explicará triunfantemente, el crecimiento cero de nuestra economía durante el segundo trimestre, y cómo está esperando a que mejoren las cosas en los Estados Unidos en lugar de hacer algo aquí; me intriga saber cómo nos va a explicar por qué no ha elaborado un plan de emergencia para reactivar la economía, por qué el Gobierno Federal no ha ejercido el gasto programado, y por qué hay escasez de financiamiento en el campo mexicano, uno de los factores que impide el crecimiento y desarrollo de ese sector, a tal grado que los productores se ven obligados a usar sus ahorros para mantener la productividad, y otros optan por vender o rentar sus parcelas.
¿Cómo explicará los actos terroristas y las críticas existentes del sector empresarial? ¿Qué dirá sobre las toallas compradas por la Presidencia y sobre sus gastos de campaña? ¿Cómo justificará que la inversión privada haya entrado a construir plantas generadoras de energía eléctrica, en violación flagrante a la Constitución y a la ley de la materia, lo que incluso ha obligado al Congreso de la Unión a presentar una controversia constitucional ante la Corte? ¿Cómo abordará el tema de la incomunicación con el EZLN, y de los quince minutos que tenía programados para resolver el conflicto? ¿Cómo justificará que su política obrerista neoliberal haya generado miles de desempleos y una verdadera parálisis en la industria nacional? Seguramente escucharemos que el gran logro es la paridad del peso frente al dólar, pero lo que no oiremos es a cambio de qué ocurre este fenómeno. Porque lo cierto es que este intercambio monetario se está manteniendo sobre las espaldas de las clases populares, de los asalariados, de las clases medias y de los propietarios de pequeñas y las medianas industrias; los demás, los ricos, invierten sus grandes capitales en mercados especulativos, nacionales o internacionales y aprovechan el tipo de cambio actual para seguirse enriqueciendo irracionalmente.
¿Cuál será su informe? ¿Se referirá a los changarros, a los que todos los mexicanos podemos aspirar? ¿Cuál será su comentario con respecto a los vochos que ofreció con singular vehemencia; además, cómo lograr esa meta con la huelga de la Volkswagen y con la inminente disminución de la producción de estos vehículos compactos? Ciertamente, trabajadores de la empresa Volkswagen colocaron este sábado a las 11:00 horas las banderas rojinegras en señal de huelga, al no recibir propuestas salariales por parte de la empresa y ante la nula posibilidad de un acuerdo con las autoridades laborales. Los 12,400 trabajadores sindicalizados y 3,600 de confianza suspendieron actividades en la planta armadora de Volkswagen México, hasta que sean atendidas sus demandas de aumento salarial del 21%. El estallamiento de la huelga representará pérdidas diarias para la empresa
automotriz por 21 millones de dólares, al dejarse de ensamblar más de 1500 autos y 1000 motores. El año pasado estalló una huelga que la autoridad laboral declaró inexistente, este año el Presidente Vicente Fox Quesada dijo que Volkswagen era ejemplo de la nueva cultura laboral, recalcó que, obviamente la nueva cultura laboral debería permitir cualquier arreglo antes del estallamiento de huelga. Sin embargo, no hubo arreglo y estalló la huelga, esperamos que con la “nueva cultura laboral”, el gobierno de Fox no la declare inexistente.
El vicepresidente de Recursos Humanos de V. W. México ha solicitado a las autoridades declarar inexistente la huelga, ya nos imaginamos cómo se resolverá el conflicto; basta recordar quién es Carlos Abascal, Secretario de Trabajo del actual gabinete y abanderado de “la nueva cultura laboral”: fue gerente de Afianzadora Insurgentes, Presidente Nacional de Coparmex y entre sus logros destaca el haber firmado en 1995, junto con la CTM el compromiso “Hacia una Nueva Cultura Laboral”. También fue Vicepresidente del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana; Delegado del Sector Empresarial en la Comisión de Vigilancia del INFONAVIT, consejero y patrono de diversos organismos y de varias empresas privadas.
La empresa automotriz aceptó la recomendación hecha por la Secretaría del Trabajo local, de negociar a partir de una oferta del 5.5% de aumento, que según las autoridades será el porcentaje en que cierre la inflación este año. La moneda está en el aire.
¿Cuál será el discurso del presidente Fox sobre los obreros en el informe de Gobierno?, me consume el interés por saberlo.
*José de Sousa Saramago: Escritor, periodista y dramaturgo portugués. En 1998 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura.
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