4/10/13

¡ACTA , NON VERBA!



¡Acta, non verba!


“Soldado no dispares, tú también eres pueblo”
Voces del 68

Septiembre primero de 1968, en el cuarto informe presidencial, Díaz Ordaz, espetaba una amenaza que luego cumpliría, sin ningún temor ante la historia:“…no quisiéramos vernos en el caso de tomar medidas que no deseáramos, pero que tomaremos si es necesario; lo que sea nuestro deber hacer, lo haremos, hasta donde estemos obligados a llegar, llegaremos…”

Transgresión a la autonomía universitaria, injerencia policiaca, violación de las garantías individuales, permeaba en el ambiente una gran inconformidad social. Había muchos motivos, los que eran comunes parecen vigentes, el estudiante del 68, gritaba para acabar con la corrupción y el nepotismo, se pronunciaba por la parálisis del partido del Estado que entregaba el poder a los poderosos; por la arbitrariedad y el autoritarismo.

Exigían un diálogo público con el gobierno para defender la Constitución y el Derecho; helicópteros, doble luz de bengala, disparos, confusión, gritos, olor a muerte; cuerpos inertes, ruido de ráfagas de ametralladora, hombres vestidos de civil, usando un guante blanco en la mano izquierda, y en su mano derecha un arma, émulos de verdaderos nazis, que portaban la suástica, muertos; decenas, en cifras oficiales; centenas, en números conservadores. ¡Cuando las metralletas suenan, el pueblo calla!

Hoy igual que ayer, miles de manifestantes disidentes recorriendo la ciudad, procedentes de varias partes de la república; hoy igual que ayer voces autoritarias quieren acallarlas; hoy provocadores profesionales quieren atemorizar al gobierno, olvidando el hecho de que cuando el gobierno teme es de temerse.

Ni los manifestantes que ejercen su derecho constitucional, ni el gobierno federal, ni el de la ciudad, deben caer en provocación alguna. Sino mantenemos vivo el fuego del recuerdo, sino alimentamos con reflexión permanente lo vivido en el 68; así como las etapas que nos marcan como pueblo, fácilmente las generaciones nuevas perderán la brújula.

Debemos  tener claras las pretensiones comunes de esos jóvenes que dejaron de existir prematuramente, para continuar su lucha, tener vigentes sus sueños, sus anhelos, la única manera de honrarlos es actuando no solo con minutos de silencio, sino trabajando.
¡Hechos, no palabras!



Twitter: @jorgegavino

      (Publicado el día 4 de octubre del 2013 en La Crónica de Hoy)






No hay comentarios:

Publicar un comentario