“La mayoría de los mexicanos han visto tiempos peores.”
Jorge Ibargüengoitia
Durante los últimos años hemos sido testigos del deterioro moral de nuestro país. Se han roto los lazos que algunas instituciones habían tendido con la ciudadanía. Duele decirlo, pero ya no resulta sorprendente que diariamente se mancillen el sentido común, la libertad de prensa o la democracia.
Es decir, sí sorprende el nivel de cinismo con que las autoridades hacen surgir noticias que se vuelven tendencia en redes sociales, llenan las primeras planas y los espacios de radio y televisión, por buscar evadir los asuntos que les atañen y que los ponen en evidencia.
Cuando se encuentran ante situaciones o preguntas “incómodas”, algunos altos funcionarios hacen uso de los ardides y las triquiñuelas que han perfeccionado como si de un escapista o de un prestidigitador se tratara.
Los efectos de estas maniobras provocan asombro y, sobre todo, que nos fijemos en otro asunto ajeno al que es de verdad importante. En seguida, ofrezco mi aportación al Glosario de la Barbarie y la Infamia.
caja china. f. aunque reciba ese nombre no es ni una caja ni tampoco es china (por intereses comerciales o diplomáticos); es la pariente inmoral y menos nociva de la Caja de Pandora, y además puede traer algunos cuentos chinos. Se usa cuando algunos personajes se ven en un aprieto, entonces es posible que anuncien una petición de perdón por algo ocurrido hace 200 o 500 años. Ofrece un alto nivel de distracción.
chivo expiatorio. m. individuo que no la debe ni la teme pero que es presentado para expiar o asumir las culpas de alguien más. Parece ser que antes sí se usaban chivos para un sacrificio similar. En el ajedrez político se han registrado casos de chivos expiatorios que vienen dentro de cajas chinas: la persecución de algún político opositor en lugar de la captura de algún narcotraficante, sólo para decir que se está acabando con la corrupción. Véase también: “caja china”, “carpetazo” o “cortina de humo”.
cortina de humo. f. maniobra de distracción muy socorrida para escapar de situaciones incómodas. Para los tiempos que corren, se necesita producción y dominio de los medios (u ofrecer una conferencia todos los días), con el fin de desviar la atención del público hacia otro asunto más morboso que aquel que genera la incomodidad inicial. Quizá se llame así debido a lo que produce la maquinaria que se echa a andar, posiblemente con combustibles fósiles.
hombre de paja. m. se trata de una ilusión mediática: alguien aparece a cargo de un asunto, aunque quien opera está tras bambalinas para evitar las maledicencias. Puede presentarse en forma de ardid retórico (la falacia del hombre de paja) que consiste en responder algo distinto a lo cuestionado o argumentado en primer lugar, por eso no debe confundirse con aquel que dice pura paja en forma de conferencias.
Estos son sólo algunos ejemplos de la antigua y nada noble “ciencia de la distracción y el engaño” cuyo hábil manejo, tristemente, ha pasado a caracterizar a más de un personaje de la clase gobernante en nuestro país… Se extrañan aquellos tiempos cuando las cosas se decían de frente, sin tapujos, malabares ni cobardías
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