1/12/14

GOLPE DE TIMÓN

“Nadie puede ser esclavo de su identidad: cuando surge una posibilidad de cambio, hay que cambiar”

Elliot Gould


En los próximos días ante un ambiente enrarecido por las acciones del crimen organizado y por las inacciones del gobierno entendido éste con sus tres niveles, se dará a conocer por parte de Enrique Peña Nieto una lista de tareas políticas, programas, remociones y seguramente ceses fulminantes, así como nuevos nombramientos, preparando el camino para lo que se conoce como: un verdadero “golpe de timón”, es decir, un cambio de rumbo que nos lleve a una nueva imagen intentando palear a los críticos pregoneros que están pretendiendo adivinar el fin del régimen ignorando o soslayando el hecho de que en el poco probable caso de conseguirlo se provocarían: revueltas, asonadas, rebeliones y pugnas armadas que llevarían a las clases más desprotegidas a un suplicio mayor que el que actualmente sufre. Está comprobado a través de la historia y de su dialéctica que son los que menos tienen; los más pobres entre los pobres, los de sin techo, los de sin trabajo, los que más pagan el más alto precio en las crisis profunda y en las luchas violentas por el poder.

Estando a unos cuantos meses de la renovación de la Cámara baja y de múltiples elecciones concurrentes en todo el país, el panorama no es halagüeño; veamos si lo que propone el Presidente de la República y los cambios que implementará tienen el suficiente efecto en el ánimo popular para echarle agua fría a una hoguera de conciencias que va consumiendo de una manera acelerada la esperanza de que nuestro país, nuestra nación sea más grande y digna para sus habitantes.


                                                                                    @jorgegavino
                                                        (Publicado en La Crónica de Hoy el 21 de noviembre de 2014)

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