“Dios no juega a los dados con el universo.”
Albert Einstein
Albert Einstein
El pasado 11 de abril el Consejo de 
Salubridad General (CSG) publicó en sus sitios oficiales un documento 
que lleva el nombre de Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica.
La guía planteaba que, ante una 
saturación hospitalaria por pacientes de coronavirus, se debía 
priorizar la asignación de cuidados intensivos a los jóvenes sobre los 
adultos mayores. Esto desató una controversia nacional e incluso hubo 
voces que acusaron al gobierno de “jugar a ser Dios” .
El 13 de abril, a pregunta expresa 
durante el informe diario sobre coronavirus, el Dr. Hugo López-Gatell 
comentó que “este tipo de guías son muy importantes” pero que el 
documento publicado no implicaba “en este momento, una decisión 
ejecutiva”, aún cuando el CSG es un órgano colegiado que depende 
directamente del Presidente de la República.
La respuesta del Dr. Gatell no debió ser
 muy convincente ya que al día siguiente, la UNAM y su rector emitieron 
un comunicado mediante el cual se deslindaban del contenido de la Guía Bioética publicada por el Consejo de Salubridad.
El 15 de abril hubo dos deslindes más: 
uno por parte del propio secretario del Consejo de Salubridad, el Dr. 
José Ignacio Santos Preciado, que refirió que la guía publicada era más 
bien un borrador que no se había “sometido al pleno del Consejo” y otro,
 mucho más fuerte, por parte del Dr. Manuel H. Ruiz de Chávez, titular 
de la Comisión Nacional de Bioética.
El Dr. Ruiz de Chávez emitió un 
posicionamiento donde exhortaba al Consejo de Salubridad a realizar una 
versión “incluyente y consensada” de la guía ya que ésta manifestaba 
“diversas deficiencias argumentativas en su redacción”.
Menos de 24 horas después, la Secretaría
 de Salud anunció la renuncia del Dr. Manuel H. Ruiz de Chávez como 
titular de la Comisión Nacional de Bioética argumentando “motivos 
personales”.
De acuerdo con la información oficial, 
el Dr. Ruiz de Chávez habría presentado su dimisión al cargo desde el 
20 de marzo, pero apenas se hizo efectiva a partir del pasado miércoles.
Esta renuncia llama la atención por 
tratarse de un puesto sumamente relevante ante la emergencia sanitaria 
en que nos encontramos.
Si sabían que era importante contar con 
una guía bioética y sabían que el titular de la Comisión Nacional de 
Bioética se iba a separar de su cargo, ¿por qué esperar más de un mes en
 hacerla efectiva? ¿Será más bien que a “alguien” no le gustó la 
crítica abierta al documento?
Este tipo de decisiones del gobierno no 
se entienden cuando estamos en medio de una pandemia que puede ser 
catastrófica para nuestro país.
En mi opinión las autoridades no están jugando a ser ningún dios, están jugando a los dados.
Vicecoordinador del Grupo Parlamentario del PRD en el Congreso de la Ciudad de México.
Twitter: @jorgegavino
Facebook: JorgeGavinoOficial 
 
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