“El racismo no es más quela soberbia de un serevidentemene inferior.”
Anónimo
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Las declaraciones del excéntrico millonario Donald Trump han indignado no sólo a la comunidad mexicana, sino también a todos los habitantes de habla hispana que por diferentes circunstancias llegan a radicar en el país vecino del norte, pretendiendo alcanzar un “sueño americano”, que a la postre se convierte en su peor pesadilla.
Abusos físicos, emocionales, sexuales y económicos son a los que están expuestos los migrantes latinos que viven en la Unión Americana, y que a pesar de ello son los principales impulsores del desarrollo económico de aquel país, al representar la mayor fuerza en el mercado laboral.
Aseverar que “México no es nuestro amigo”, es un absurdo, ya que la mayoría de lo que el señor Trump come, viste y calza proviene de la orgullosa mano mexicana, toda vez que nuestro país, es el principal socio comercial de Estados Unidos, al cual se le envía cerca del 80% de exportaciones.
Un aspirante a ocupar la Casa Blanca debería recordar que sin el voto hispano, George W. Bush no hubiera ganado en 2004, debería saber que según datos de El Real Clear Politics, cada mes 50,000 jóvenes latinos alcanzan la mayoría de edad, lo que incrementa el porcentaje del electorado en los EE. UU.
Si bien es cierto que México es el origen de la mayor cantidad de migrantes mexicanos y latinos que han delinquido del otro lado de la frontera, también lo es que México es un gran proveedor de “cerebros”, de mano de obra calificada y de gente que trabaja para una patria, que no es la suya.
Del otro lado, allende el Bravo, deberían tener memoria histórica y ponerse a pensar que deben tratar dignamente a todos esos indocumentados que están en unas tierras que fueron México.
Abusos físicos, emocionales, sexuales y económicos son a los que están expuestos los migrantes latinos que viven en la Unión Americana, y que a pesar de ello son los principales impulsores del desarrollo económico de aquel país, al representar la mayor fuerza en el mercado laboral.
Aseverar que “México no es nuestro amigo”, es un absurdo, ya que la mayoría de lo que el señor Trump come, viste y calza proviene de la orgullosa mano mexicana, toda vez que nuestro país, es el principal socio comercial de Estados Unidos, al cual se le envía cerca del 80% de exportaciones.
Un aspirante a ocupar la Casa Blanca debería recordar que sin el voto hispano, George W. Bush no hubiera ganado en 2004, debería saber que según datos de El Real Clear Politics, cada mes 50,000 jóvenes latinos alcanzan la mayoría de edad, lo que incrementa el porcentaje del electorado en los EE. UU.
Si bien es cierto que México es el origen de la mayor cantidad de migrantes mexicanos y latinos que han delinquido del otro lado de la frontera, también lo es que México es un gran proveedor de “cerebros”, de mano de obra calificada y de gente que trabaja para una patria, que no es la suya.
Del otro lado, allende el Bravo, deberían tener memoria histórica y ponerse a pensar que deben tratar dignamente a todos esos indocumentados que están en unas tierras que fueron México.
@jorgegavino
Publicado en la Crónica de Hoy el 3 de julio de 2015)
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