19/8/25

El posible secreto de la inmortalidad: los ratopines de África

El posible secreto de la inmortalidad: 

los ratopines de África


 «La inmortalidad no está en desafiar la muerte, sino en entender los secretos de la vida.»

Anónimo etíope

En las profundidades cálidas y sombrías de los suelos etíopes, donde la luz del sol no alcanza y el silencio es absoluto, se esconde una criatura cuya existencia está sacudiendo los pilares de la biología moderna. Se trata de la rata topo, o Heterocephalus glaber, un animal pequeño, de aspecto inofensivo, cuya piel arrugada y ausencia de pelaje lo hacen parecer más una criatura de leyenda, que una de este mundo. Sin embargo, es precisamente esta extraña criatura la que podría contener la respuesta a una de las incógnitas más buscadas por la ciencia: la vida eterna. En México y con el objetivo de analizar su comportamiento y conocer qué procesos celulares y moleculares hacen de este roedor un ser único, la UNAM promovió la creación de la primera Unidad Reproductora de Ratopines de Latinoamérica, a cargo de Susana Castro Obregón, investigadora del Instituto de Fisiología Celular y cuyos hallazgos han arrojado que cuando algún ratopin muere, se desconoce con exactitud la causa del fallecimiento, pues sus órganos se mantienen sanos. Una de las razones para explicar este fenómeno, podría ser que la autofagia no se detenga con el paso del tiempo y su organismo continúe funcionando, sin importar los años que tengan.

El grupo de investigación de la Dra. Castro, ha comparado a su vez los modelos celulares de rata, ratón, humano y ratopín, para estudiar el papel de la genética en la estabilidad del genoma y la senescencia, a efecto de entender por qué en los primeros tres deja de funcionar la autofagia, y en el cuarto no, por lo que busca analizar sus bases moleculares de regulación y su influencia en el desarrollo y envejecimiento del sistema nervioso. Pero lo más inquietante no es solo su longevidad —pueden vivir más de 30 años, una eternidad para un roedor de su tamaño—sino su inmunidad natural al cáncer, su insólita resistencia al dolor y su capacidad de sobrevivir en ambientes con bajos niveles de oxígeno, señala la Dra. Castro Obregón.

En un reciente estudio llevado a cabo por biólogos y genetistas de diversas universidades, se confirmó además que las células del topo desnudo no envejecen como las de los demás mamíferos. No presentan signos de senescencia celular, proceso por el cual las células dejan de dividirse y comienzan a deteriorarse. En el ratopín, este deterioro no ocurre. Sus células continúan funcionando a pesar del paso del tiempo. Los pueblos ancestrales de Etiopía ya hablaban de este animal en sus relatos orales. Lo llamaban Ye Terara Menfes, “el espíritu de la montaña”, y lo consideraban un guardián subterráneo, un espíritu que custodiaba los secretos de la creación y de la muerte. Los chamanes contaban que quien lograra seguir su rastro bajo tierra sin perder la razón, podría escuchar el murmullo de los huesos antiguos y las verdades que el mundo moderno ha olvidado.

El hallazgo biológico no es menor. Las células del topo desnudo presentan una estabilidad genética envidiable, con mecanismos únicos de reparación del ADN y proteínas que funcionan con una eficacia casi perfecta. Pero hay algo más, algo que escapa a los microscopios: una armonía interna que parece más espiritual que molecular. Los investigadores lo llaman “homeostasis perfecta”. Los místicos lo llaman equilibrio del alma. Algunos genetistas ya trabajan en la posibilidad de replicar estos mecanismos en humanos. ¿Y si pudiéramos copiar su biología? ¿Y si la humanidad pudiera, finalmente, prolongar la vida más allá de los límites conocidos? La ciencia se acerca a una frontera prohibida. ¿Estamos listos para cruzarla?

Quizá la vida eterna no sea una invención moderna, sino un anhelo antiguo que el tiempo se ha empeñado en ocultar. Quizá estos pequeños animales, ciegos y arrugados, sean los custodios silenciosos de un conocimiento sagrado, una alquimia olvidada que une ciencia y espíritu, biología y misterio. Y mientras la humanidad alza la mirada al cielo buscando respuestas, tal vez la clave siempre estuvo bajo tierra, escondida entre túneles y sombras, en la subterránea y longeva vida de un ratopín de África.

Publicado en El Universal, 14 de agosto 2025.

Nuevo rostro del trabajo digital en México

 Nuevo rostro del trabajo digital en México


«Donde hay pocos derechos, nace la obligación de conquistarlos.»

Simone de Beauvoir

Durante el arranque de su campaña presidencial, el 1 de marzo de 2024, en el Zócalo de la Ciudad de México, la Dra. Claudia Sheinbaum presentó su Proyecto de Nación, conformado por 100 compromisos para guiar su gobierno. Entre ellos, el compromiso número 60 planteó de forma clara el objetivo de garantizar derechos laborales y seguridad social a las y los trabajadores de plataformas digitales. Siete meses después, cumpliendo su palabra, en octubre de 2024 la presidenta firmó la iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo para reconocer formalmente a este sector y asegurar su incorporación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), siendo aprobada por el H. Congreso de la Unión y publicada en el Diario Oficial de la Federación en diciembre del mismo año.

El día de ayer en su conferencia matutina, la presidenta Sheinbaum, anunció oficialmente que desde su entrada en vigor plataformas como Uber, DiDi, Rappi y similares están obligadas a registrar ante el Instituto a todos los trabajadores que generen al menos el equivalente a un salario mínimo mensual, y que, aunque el programa se encuentra en fase piloto, las empresas han participado con mucho interés. Durante el anuncio, el Mtro. Zoé Robledo director general del IMSS, dio a conocer que en julio se incorporaron más de un millón de trabajadores de plataformas al sistema del IMSS, lo que elevó el total de empleos formales a más de 23.5 millones, cifra que calificó como “la cifra más alta de toda la historia”.

Con esta reforma, México se convierte en uno de los primeros países de América Latina y del mundo en integrar a los trabajadores de plataformas digitales al régimen obligatorio de seguridad social. El modelo mexicano contempla cinco seguros clave: enfermedades y maternidad, riesgos de trabajo, invalidez y vida, retiro y cesantía, además de acceso a guarderías y prestaciones sociales. Esto significa que las y los trabajadores ahora pueden recibir atención médica gratuita en el Seguro Social, incapacidades pagadas, ahorro para el retiro, y otros beneficios esenciales que antes les eran negados por su condición laboral ambigua.

Además, se reconocerán a dos tipos de trabajadores: subordinados y no subordinados, y que, desde que se conectan están protegidas contra accidentes. Incluyendo a aquellas que solo trabajan por ocasión o que no alcanzan un salario mínimo mensual neto. «Es una modalidad y vanguardia que está aportando México al mundo de como sí se puede asegurar a esta forma de trabajo tan novedosa y reciente, pero que en un modelo de negocios nunca se puede excluir a la seguridad social» señaló el director general del Instituto. Para quienes generen ingresos netos iguales o mayores a un salario mínimo mensual, es decir, 8 mil 480 pesos, tienen acceso completo a la seguridad social.

A partir de esta nueva normatividad, las plataformas digitales están obligadas a calcular, retener y enterar ante el IMSS las cuotas obrero-patronales correspondientes. El salario base de cotización se calcula en función del ingreso mensual neto del colaborador, sin considerar propinas. En caso de que el ingreso mensual sea inferior al salario mínimo, la persona podrá afiliarse de forma voluntaria como trabajador independiente. Además, se incorporó una cláusula de inactividad: si un colaborador deja de prestar servicios durante 30 días consecutivos, la relación laboral se suspende automáticamente y cesa la obligación de pago de cuotas. Más allá de los números, esta incorporación representa un cambio cultural profundo. Durante años, el trabajo digital fue visto como temporal, informal y sin derechos. Hoy, gracias a esta reforma, miles de trabajadores cuentan con acceso a seguridad social, cotizan para una pensión, reciben atención médica y son reconocidos como parte del mercado laboral formal.

Por otro lado, se trata de una de las actividades que implican más riesgo, por lo que a partir de ahora más de un millón de familias podrán dormir tranquilas, sabiendo que las y los trabajadores están protegidos. Se trata de un paso firme hacia la justicia social y la modernización del sistema laboral mexicano.


Publicado en El Universal, 7 de agosto 2025.

Lactancia materna: vínculo, nutrición e inmunidad

 

Lactancia materna: vínculo, nutrición e inmunidad




Amamantar no es el primer acto de amor, es uno de los primeros y más decisivos. Es calor, refugio, alimento y vínculo. Es la primera medicina, el primer contacto con el mundo, el hilo invisible que conecta a una madre con su hija o hijo desde el cuerpo y más allá del cuerpo. No es solo una función biológica: es una experiencia emocional profunda que define la salud, la confianza y el desarrollo de una nueva vida. En los mamíferos, la lactancia marca el inicio del apego. El cuerpo materno no solo ofrece leche; ofrece consuelo, seguridad y una protección inmunológica insustituible. Cada gota de leche materna contiene más de 200 componentes bioactivos —anticuerpos, vitaminas, minerales, grasas saludables y millones de células vivas— que ayudan al recién nacido a adaptarse al mundo y reducen hasta en un 40 % las infecciones respiratorias y en un 64 % las enfermedades gastrointestinales durante su primer año de vida.

Para las mujeres, la lactancia tiene beneficios físicos y emocionales: favorece la recuperación y reduce la depresión posparto, protege contra ciertos tipos de cáncer, y disminuye el riesgo de enfermedades crónicas. Sin embargo, aunque es un acto natural y poderoso, en México sigue siendo profundamente desprotegido. Menos del 35 % de las niñas y niños menores de seis meses reciben lactancia materna exclusiva. Muchas madres enfrentan un entorno que les dificulta ejercer este derecho: jornadas laborales sin condiciones para extraer o conservar leche, escasez de espacios adecuados, presión social o desconocimiento. A esto se suma la presencia masiva de la publicidad de fórmulas en redes sociales, tiendas y hospitales, que interfiere con una elección informada.

Frente a este escenario, se llevan a cabo dos acciones clave en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) impulsa la ampliación de lactarios en unidades médicas, hospitales y centros de trabajo, buscando garantizar que cada mujer pueda amamantar en espacios dignos, cómodos e higiénicos, sin tener que elegir entre alimentar a su bebé o conservar su empleo. Además, refuerza la formación del personal de salud y amplía el modelo de AMIIMSS (Modelo de Atención Materna Integral), que ha logrado aumentar la cobertura de lactancia exclusiva de 10 % a más del 43 % en los últimos años, reducir en más del 90 % el uso de fórmulas dentro del sistema institucional y certificar decenas de unidades como “Hospitales Amigos del Niño y de la Niña”.

Por su parte, Unicef, junto con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), la Universidad Iberoamericana, la Liga de la Leche México, El Poder del Consumidor y otras organizaciones de la sociedad civil, presentan la campaña “Invertir en la lactancia materna es invertir en el futuro”. Sus propuestas son contundentes: prohibir la publicidad digital de sucedáneos de la leche materna y alimentos para menores de dos años, restringir el uso de influencers y testimonios pagados, establecer sistemas eficaces de monitoreo y asegurar que la información que reciben madres, padres y cuidadores sea científica y libre de conflictos de interés.

Estas acciones convergen en un mismo propósito: colocar a la lactancia materna en el centro de las políticas de salud, equidad y derechos. Invertir en lactancia es sembrar justicia. Es dar a cada bebé un comienzo justo y a cada madre las condiciones para amar, nutrir y proteger. Amamantar no debería ser un privilegio ni una lucha silenciosa. Debe ser una elección libre, respaldada y celebrada por toda la sociedad.


Publicado en La Crónica de Hoy, 5 de agosto 2025. 


ELSSA: la estrategia del IMSS que pone la salud laboral como prioridad nacional

 

ELSSA: la estrategia del IMSS que pone la salud 

laboral como prioridad nacional

 

«Sin salud no hay trabajo digno, y sin trabajo digno no hay salud duradera.»

Ramazzini Bernardino, considerado el padre de la medicina del trabajo

 

El día de ayer en Toluca, Edomex, en representación del director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Mtro. Zoé Robledo, firmamos un convenio de colaboración entre el Instituto y FEMSA con el objeto de llevar los programas preventivos: Entornos Laborales Seguros y Saludables (ELSSA) y PrevenIMSS a sus centros de trabajo para privilegiar el desarrollo, bienestar y la salud de los trabajadores mientras realizan sus labores.

 

El IMSS puso en marcha en 2022 el programa ELSSA, una iniciativa voluntaria de enfoque tripartito que busca transformar la cultura de la salud ocupacional en México. ELSSA busca prevenir accidentes de trabajo y enfermedades crónico-degenerativas mediante estrategias de bienestar implementadas en los centros laborales. ELSSA promueve que las empresas adopten medidas proactivas para mejorar la seguridad y la salud de sus empleados, orientando decisiones saludables y creando condiciones óptimas de trabajo que impactan positivamente la productividad. Concebido tras la pandemia de COVID-19, el IMSS planteó este programa como “la tarea del post-COVID” para lograr una mejor normalidad en la salud y el bienestar laborales.

 

Desde la perspectiva institucional, ELSSA es un programa gratuito, voluntario y no punitivo basado en la colaboración entre autoridades, empleadores y trabajadores. Sus principales objetivos son mejorar la salud y el bienestar de la población trabajadora, prevenir accidentes y enfermedades en los centros de trabajo y reducir la exposición a factores de riesgo ergonómicos y psicosociales.

 

ELSSA se estructura en cinco líneas de acción que abordan los retos clave de la salud laboral: la prevención de accidentes (en manos y tobillos), la prevención de trastornos musculoesqueléticos, la vigilancia de la salud en el trabajo, la prevención de riesgos psicosociales y la promoción de la salud y el bienestar.

 

Los beneficios de ELSSA se observan tanto en las empresas como entre los trabajadores. Para las compañías, implica acceso a herramientas de gestión, asesoría especializada y reducción de riesgos, con menos accidentes, menor ausentismo y ahorros potenciales (por ejemplo, en la prima de riesgo por siniestralidad). Al cumplir con las recomendaciones, las empresas pueden obtener el Distintivo ELSSA, un reconocimiento anual que avala sus buenas prácticas en seguridad y salud ocupacional. Incluso se premia a las organizaciones más comprometidas; por ejemplo, una empresa galardonada en 2023 redujo su tasa de accidentes en más de un 60%. Por su parte, los trabajadores se benefician de entornos más seguros y saludables: menos riesgos significan menos lesiones, incapacidades y ausentismo, mientras que la promoción de hábitos saludables ayuda a prevenir enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión. El IMSS reporta, además, mejoras en la salud física y mental de la fuerza laboral, con mayor bienestar general y un incremento en la satisfacción y sentido de pertenencia de los empleados.

 

En conclusión, ELSSA se ha consolidado como un pilar de la estrategia del IMSS para lograr entornos de trabajo más seguros y saludables. La colaboración tripartita y el respaldo de las autoridades laborales permiten que el programa siga fortaleciéndose e incorporando innovaciones tecnológicas para ampliar su impacto. Cuidar la salud de quienes trabajan no es un gasto, es la mayor inversión que puede hacer un país. Con ELSSA sembramos un futuro donde cada trabajador regrese a casa sano, completo y orgulloso de su labor.


Publicado en El Universal, 31 de julio 2025.

 

El teleférico más largo del mundo se construirá en la CDMX

 El teleférico más largo del mundo se construirá 

en la CDMX


Con gran orgullo, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la construcción de la Línea 4 del Cablebús, que conectará las zonas altas de Tlalpan con Ciudad Universitaria. Con una longitud de 11.4 kilómetros, será el teleférico urbano más extenso del mundo. Esta línea atravesará una geografía desigual —desde Pedregal de San Nicolás hasta Ciudad Universitaria— y busca transformar radicalmente la forma en que miles de personas se desplazan diariamente.Este proyecto fortalece la integración urbana al dignificar el transporte público, generando una percepción de mayor seguridad, orgullo comunitario y cohesión social. Impulsa también el sentido de pertenencia y la recuperación del espacio público.Las estaciones contempladas son:Universidad, Cantera, Perisur, Mercado Hidalgo, Reforma, Parque Morelos, Cultura Maya y Pedregal de San Nicolás.Este trayecto reducirá a casi la mitad el tiempo de traslado en una de las rutas más congestionadas del sur de la ciudad, que actualmente puede tomar hasta dos horas por tierra. Con el Cablebús, el trayecto desde las laderas del Ajusco hasta la zona universitaria podrá realizarse en menos de 45 minutos.El Cablebús ha sido una herramienta eficaz para mejorar la conectividad en zonas históricamente excluidas. Las líneas anteriores —en Cuautepec, Iztapalapa y Santa Fe— demostraron que un teleférico no solo transporta: reorganiza prioridades urbanas. La Línea 4 continúa en esta lógica, extendiendo la red hacia el sur profundo, donde el transporte tradicional resulta insuficiente o inaccesible.A diferencia de otros sistemas similares en América Latina, como el Metrocable de Medellín o el Mi Teleférico de La Paz, el Cablebús de la Ciudad de México se ha desarrollado exclusivamente con financiamiento público, sin esquemas de concesión ni asociaciones privadas. Esto garantiza su operación como un bien colectivo, pensado para atender necesidades sociales, no demandas del mercado.La nueva línea, la más larga de todas las existentes, marcará un referente internacional, no solo por su tamaño, sino por el contexto en el que se implementa: zonas con alta densidad, pendientes pronunciadas y acceso desigual a servicios básicos.El impacto será inmediato para quienes lo utilicen. Quienes viven en los barrios altos del sur podrán descender con rapidez y certeza a sus actividades laborales, escolares o médicas. En un entorno donde los trayectos largos limitan el acceso a oportunidades, la movilidad se convierte en una forma concreta de redistribución.Que una joven o un joven de las zonas altas de Tlalpan llegue a Ciudad Universitaria en menos de una hora significa más que eficiencia: implica acceso a un derecho. Además, un teleférico silencioso, eléctrico y no contaminante contribuye a reducir la exposición a emisiones en zonas vulnerables.Este proyecto no viene solo. Se anunció también la adquisición de más de 500 nuevas unidades de RTP, la ampliación del Tren Ligero, la rehabilitación de banquetas, paraderos, y una nueva expansión del sistema Ecobici. Todo forma parte de un modelo integral de movilidad que apuesta por sistemas complementarios, sostenibles y públicos.La prioridad ya no está en los vehículos particulares, sino en garantizar condiciones dignas para el traslado peatonal, ciclista y colectivo.La movilidad, entendida como derecho y no como privilegio, redefine la relación de los habitantes con la ciudad. No se trata únicamente de moverse, sino de habitarla con igualdad. Cuando quienes históricamente han vivido al margen pueden recorrer el territorio en condiciones similares al resto, se construye un nuevo pacto urbano.Lo que antes era aislamiento, ahora es posibilidad.Desde las alturas, el Cablebús ofrece una nueva mirada del territorio.No solo une puntos en el mapa: restituye conexiones sociales, económicas y simbólicas.Este proyecto no es un gesto de modernización técnica, sino una declaración política sobre el futuro de la ciudad: equitativo, sustentable y bien conectado.


Publicado en La Crónica de Hoy, 29 de julio 2025.

Conectados pero solos: la promesa vacía del amor en tiempos digitales

 Conectados pero solos: la promesa vacía del amor en tiempos digitales


«La tecnología nos acerca a los lejanos y nos aleja de los cercanos.»

Michel Desmurget


La soledad ya no se vive en silencio. Hoy se publica, se comparte, se esconde entre selfis y estados de WhatsApp. Vivimos expuestos, pero no necesariamente acompañados. En un mundo saturado de notificaciones, hablar de vínculos es hablar de cómo nos buscamos —y a veces, de cómo nos perdemos— en internet. Las redes sociales y las aplicaciones de citas han transformado la forma en que conocemos, elegimos y amamos. Ya no nos cruzamos con alguien en una fiesta o en una fila. Ahora deslizamos el dedo por una pantalla. Buscamos entre cientos de rostros con la esperanza de encontrar un «match», un clic que encienda la chispa del amor. Y aunque eso suena práctico, también ha cambiado lo que esperamos de una relación.

Lo digital no es solo una herramienta: es un territorio donde habitamos buena parte de nuestra vida emocional. Las plataformas nos prometen eficiencia: menos tiempo, menos riesgo, menos exposición. Perfiles editados, frases ingeniosas, filtros y algoritmos diseñados para mostrar lo que queremos ver. Nos enamoramos de una imagen antes de conocer a la persona. El azar, el misterio, la espera… se pierden en el proceso. La gran promesa de este mundo es clara: si esto no funciona, hay más. Siempre hay más. Y eso, aunque tranquiliza, también debilita. Las relaciones se vuelven desechables. Lo difícil se evita. Discutir, esperar, construir… todo eso suena a desgaste. Es más fácil abandonar y pasar al siguiente perfil, como quien cambia de serie cuando un capítulo se vuelve aburrido.

Zygmunt Bauman, lo dijo con claridad: el amor se volvió líquido. Fluye sin forma ni permanencia. En esta nueva era, hablamos más de conexiones que de relaciones. Conectarse es rápido, casi instantáneo. Relacionarse, en cambio, implica presencia, tiempo y vulnerabilidad. Y eso, en tiempos de inmediatez, da miedo. Estar «en línea» no significa estar presente. Podemos chatear todo el día con alguien y sentirnos más solos que nunca. Porque lo digital, aunque nos acerca,

también nos distancia. Nos ofrece la ilusión de compañía, pero no siempre la realidad del encuentro. Esto no significa que haya que demonizar la tecnología o volver al pasado. Internet ha unido a personas que, de otro modo, nunca se habrían conocido. Nos permite cruzar fronteras, encontrar afinidades, sostener vínculos en la distancia. Ha sido un alivio real en tiempos de pandemia, encierro y pérdida. Para muchos, fue la única vía posible para sentirse cerca de alguien, aunque fuera detrás de una pantalla.

Pero también es cierto que este nuevo paisaje tiene sombras. Relaciones breves, expectativas infladas, ansiedad por no estar «viviendo lo mejor». El amor se vive como experiencia, no como historia. Se consume, se evalúa, se descarta. Si no gusta, se cierra la app. Y cuantas más opciones tenemos, más difícil se vuelve a elegir. La abundancia no trae paz. Al contrario, genera inquietud, la constante sospecha de que algo mejor está a un clic de distancia. Esa idea sabotea lo real: el vínculo imperfecto, el otro con sus dudas, sus tiempos, sus días malos. Todo eso que hace que el amor —el de verdad— tenga sentido.

Queremos el resultado, no el camino. Y así, el otro se convierte en un espejo que debe confirmar lo que somos, lo que valemos, lo que queremos oír. Pero un vínculo profundo no se trata de espejos, sino de miradas compartidas. De saber que el otro está ahí, incluso cuando no encaja con nuestras expectativas. La mayoría de los jóvenes navega en estas aguas todos los días. Muchos han tenido su primera relación a través de una pantalla. Para algunos, incluso, es el único modo que conocen para vincularse.

La tecnología no es el problema. El verdadero desafío es preguntarnos qué tipo de relaciones estamos construyendo con ella. Qué buscamos en el otro. Qué estamos dispuestos a ofrecer. Y, sobre todo, si aún creemos en un amor que no solo conecte, sino que también acompañe. Al final, más allá de los algoritmos, seguimos siendo humanos. Seguimos anhelando que alguien nos vea, nos escuche, nos elija sin filtros. Seguimos buscando algo más que un “match”. Algo que nos sostenga. Algo que dure más que un clic.


Publicado en El Universal, 24 de julio 2025.

Órganos impresos en 3D

Órganos impresos en 3D




Imagina que, en lugar de esperar años por un trasplante de corazón, pudieras imprimir uno nuevo… hecho con tus propias células. Lo que antes parecía ciencia ficción hoy comienza a ser realidad. La bioimpresión 3D está transformando la medicina y el cuerpo humano está dejando de ser un misterio para convertirse en un proyecto de ingeniería biológica. ¿Y qué es la bioimpresión 3D? Es una tecnología que funciona como una impresora común, pero en lugar de tinta usa células vivas. Estas se colocan capa por capa para formar tejidos humanos: piel, hueso, cartílago… y en el futuro cercano, órganos completos como pulmones, hígados o corazones. Es la alianza definitiva entre la biología, la ingeniería y la esperanza.

Estados Unidos y China lideran esta revolución. En la Universidad de Buffalo, científicos desarrollaron una técnica capaz de imprimir tejidos complejos en tan solo 19 minutos. Esa velocidad es vital: mantiene a las células con vida y permite crear estructuras que ya integran vasos sanguíneos, lo que acerca el sueño de imprimir órganos funcionales. En Stanford, un grupo de investigadores trabaja con biorreactores que generan tejido cardíaco cada dos semanas. Su meta es ambiciosa: imprimir un corazón humano completo y trasplantarlo en un cerdo en cinco años. En paralelo, la empresa Biolife4D ya logró imprimir un mini corazón usando células madre del propio paciente. Aunque aún es pequeño, demuestra que los órganos personalizados sin necesidad de donantes están al alcance.

Del otro lado del mundo, China avanza con igual velocidad. Un equipo usó un brazo robótico para imprimir tejido cardíaco que latía solo… y se mantuvo con vida durante seis meses fuera del cuerpo. En Shanghai, investigadores desarrollan mini órganos, llamados organoides, que simulan pulmones, hígados o riñones y se usan para probar medicamentos sin necesidad de animales de laboratorio. Los avances se multiplican: se han impreso orejas, tráqueas, meniscos, huesos personalizados y córneas. En Harvard, se diseñaron tejidos con redes de microvasos que imitan la irrigación sanguínea. Pero el gran desafío aún está en pie: lograr que los órganos impresos se integren perfectamente al cuerpo humano, en especial con el sistema circulatorio. Si no reciben sangre y oxígeno de forma estable, no pueden sobrevivir. Aun así, los expertos estiman que los primeros trasplantes de órganos impresos en humanos podrían realizarse entre 2035 y 2045. Sin embargo, tejidos más simples, como piel, córneas o fragmentos de hígado, podrían usarse clínicamente mucho antes.

En 2024, el gobierno de EE. UU. lanzó el programa PRINT, con el objetivo de imprimir órganos utilizando únicamente células del paciente. Esto eliminaría la necesidad de medicamentos inmunosupresores y evitaría el rechazo. China, por su parte, lleva a cabo pruebas avanzadas en animales y se prepara para iniciar ensayos clínicos en humanos en los próximos años. Pero este futuro brillante también abre dilemas urgentes: ¿quién podrá acceder a estos órganos? ¿Serán un derecho universal o un lujo reservado para unos pocos? ¿Quién es el propietario legal de un órgano impreso?

Estamos ante un nuevo paradigma. El cuerpo humano ya no es únicamente algo que se cuida… es algo que se diseña. Y si en el siglo XX el símbolo del avance médico fue el bisturí, en el XXI será la impresora. Porque el futuro del cuerpo ya no se escribe en genes… Se imprime.


Publicado en La Crónica de Hoy, 22 de julio 2025.