20/11/12

EL CONFLICTO EN LA UACM

Jorge Gaviño Ambriz.

"Tan solo por la educación puede
el hombre llegar a ser hombre.
El hombre no es más que
lo que la educación hace de él."
Immanuel Kant.


El 22 de agosto de este año, la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), renovó su Tercer Consejo Universitario, proceso que, estudiantes y aspirantes a consejeros, acusaron estar lleno de irregularidades.

Seis días después, los alumnos comenzaron a tomar diferentes instalaciones de este centro educativo, solicitando la renovación del Consejo Universitario y la expulsión de a quien consideraban culpable, la rectora Esther Orozco.

Después de más 84 días de paro, 15 mil jóvenes que no han recibido la educación a la cual aspiran, se encuentran en el limbo y ante en peligro de perder el semestre. La falta de preparación adecuada, los pone en desventaja ante otros universitarios de instituciones públicas y privadas, principalmente en un mundo globalizado en el que todos compiten por tener oportunidades de aprendizaje para su desarrollo profesional.

Cada día que transcurre y en el que no se resuelve esta situación, se adicionan temas que lo complican; así por ejemplo, la problemática de la falta de cobro de los trabajadores, situación que se resolvió más de dos meses después. A esto hay que sumarle que el paro en la Universidad, ha dejado pérdidas económicas por casi 196 millones de pesos y se han afectado varios experimentos financiados con recursos públicos.

Nuestro país, ocupa la segunda posición de los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con el mayor número de jóvenes que no estudian ni trabajan,  7 millones 820 mil, de los cuales, alrededor de 400 mil se encuentran en el Distrito Federal y ante esta situación, se les está quitando la oportunidad de estudiar a quienes podrían hacerlo.

Los principales líderes paristas son: Rodrigo Flores, Naarubí Palacios, Roberto López y Salomón Ochoa, quienes tienen 10, 8, 6 y 4 años en la Universidad y un avance del 80%, 19%, 13% y 6% en sus estudios respectivamente, lo que nos demuestra que el conflicto es ajeno al aspecto educativo, al margen de los intereses reales que subyacen en esa actitud, quienes frente a un inminente cambio de Gobierno, buscan politizar los temas universitarios.

Una de las formas de despolitizar el conflicto, es verlo de manera independiente del cambio de Gobierno de la Ciudad. La Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), tuvo que intervenir en esta situación y aunque su respuesta fue tardía, más vale tarde que nunca. El día martes 13 de octubre, a las 5 de la tarde, después de una negociación que duró 12 horas y que finalizó a las 5 de la mañana, no se logró un acuerdo debido a la cerrazón de los paristas.

Aunque la rectora solicitó el uso de la fuerza para poner fin al conflicto y pese a las declaraciones del Jefe de Gobierno electo, Miguel Ángel Mancera, quien aseguró que ésta “sólo será utilizada si la gravedad del conflicto en la UACM lo requiere”, considero que el uso de la fuerza en un Sistema de Derecho, es potestad y monopolio del Estado; y debe ser el último recurso para solucionar esta situación, el diálogo y la negociación deben imperar en todo buen Gobierno.

Sin embargo, paristas, estudiantes, maestros, consejeros y aún la misma rectora, deben tomar una postura flexible cuyo  único objetivo sea que todos los involucrados ganen. El tiempo sigue corriendo, los verdaderos alumnos están perdiendo oportunidades de aprendizaje y de vida, los líderes paristas están en la cuerda floja, pueden ganar mucho o perderlo todo, la rectora y su grupo están jugándose su prestigio, por lo demás, toda la ciudad ha perdido.



Twitter: @jorgegavino


Publicado en el Sol de México el lunes 19 de noviembre

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