10/10/11

LOTERÍAS Y CASINOS

Jorge Gaviño Ambriz


“Si algunos jugadores viven por lo que el juego da,
cuántos a morir se aprestan por lo que no da.”
Jean Francois Regnar

La actividad lúdica es un comportamiento innato del ser humano, que debe ser canalizado y ordenado para permitir la armónica convivencia en sociedad, una de las principales puertas para el aprendizaje es el juego, que en muchas ocasiones se relaciona con la competencia y esta última no sería viable sin reglas que la ordenen. Aprendizaje, juegos, reglas claras son la triada que desde los primeros años nos ayuda a convivir.
El estado moderno, ha incursionado en el manejo de loterías y apuestas, dejando el control monopólico en su propio dominio para evitar que los particulares la manejen sin control.
Las apuestas, sobre todo en Casas de Juego, se han asociado históricamente al consumo de alcohol, drogas, lavado de dinero y violencia, teniendo especial cuidado en reglamentar desde una legislación primaria estas actividades generadoras de ludopatías (enfermedad adictiva en la que el individuo es empujado por un abrumador e incontrolable impulso de jugar).
Los factores que inciden con mayor frecuencia para que una conducta se convierta en ludópata (llegando incluso a ser altamente peligrosas para la salud) son: frecuencia del juego, intervalo de pago, accesibilidad y entorno social, deseo de recuperar lo perdido o sensación de estar a punto de ganar, habilidad e implicación (percibidas) y comunicaciones comerciales que podrían estimular a grupos vulnerables.
Recientemente participé en una reunión convocada por la Corporación Iberoamericana de Loterías y Apuestas de Estado (CIBELAE), donde se  analizaron posturas sobre la problemática de los juegos en internet y su contradictoria regulación en el mundo, así tenemos que existe desde la prohibición total para que se apueste por la red, hasta la carencia absoluta de normatividad que convierte a esos territorios en verdaderos paraísos fiscales, dejando a sus habitantes en estado de indefensión ante las prácticas abusivas de empresas (también abusivas), que esquilman a jugadores incautos.
La Lotería Nacional para la Asistencia Pública, presidida por Benjamín González Roaro, propuso generar un diagnóstico que contenga un inventario de operadores de juego autorizados, así como de los que operan al margen de la ley, incluyendo a los que realizan operaciones de apuestas remotas; elaborar un programa de atención a esa problemática mediante la participación de expertos convocados por nuestro gobierno; actualizar el marco normativo vigente en el país considerando los requerimientos exigidos a quienes quieran obtener una licencia del Estado en esta materia; la amplia tipología de juegos y las tendencias más modernas de ellos, garantizando que la oferta del juego sea transparente y responsable.
Urge revisar la problemática de operadores en internet, sobre todo quienes ubican su sede fuera del territorio mexicano, evadiendo la obligación de enterar impuestos.
Se debe realizar una medición del flujo financiero de la industria no regulada y legislar cuidadosamente la gestión de juegos y apuestas en línea.
Las empresas privadas fomentan los juegos que generan el mayor desembolso de recursos de los consumidores, comunicando sólo la información necesaria para cumplir la normatividad aplicable; en cambio, las loterías de estado, se rigen por principios éticos, teniendo como objetivo principal la asistencia pública, sus niveles de precio son bajos, fomentan el juego responsable y adoptan recomendaciones y certificaciones internacionales, advirtiendo siempre al consumidor los riesgos y limitando su participación practicando el juego responsable.

Twitter @jorgegavino
Publicado en El Sol de México el 10 de Octubre de 2011.

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