“No te espantes porque actúas
como bestia,
antes actuabas igual pero no
te dabas cuenta.”
Filosofía Hermética
El pasado 20
de junio, el Mtro. Jesús Orta Martínez, titular de la Secretaría de Seguridad
Ciudadana (SSC), asistió al Congreso local para comparecer en relación a la
actual situación de inseguridad y violencia que se vive en la capital del país.
Es
importante dejar claro que todos los actores políticos, de oposición y mayoría,
coincidimos en un mismo objetivo fundamental, expresado puntualmente por el
propio Mtro. Orta: “Regresar la paz a la ciudadanía”.
No obstante
que el Secretario intentó dar respuesta a todas las preguntas planteadas por
los diputados, sus argumentos no respondieron a la emergencia de seguridad que
padece la ciudad. Y es que, a juicio de quien escribe, el problema quedó
manifiesto desde un principio: el titular de la Secretaría de Seguridad, no
reconoce la alerta.
Hay tres
parámetros para determinar un estado de crisis en materia de seguridad:
1. El aumento
en los delitos menos elásticos a la llamada “cifra negra”.
La cifra
negra se refiere a todos aquellos delitos que no son denunciados, y que, en
consecuencia, dificultan medir con precisión el total de actos ilícitos
cometidos.
Hay algunos
delitos que son más resistentes a este fenómeno: en el caso del robo de
vehículos, la cifra negra es muy baja ya que es necesario denunciar el ilícito
para poder cobrar el seguro. En este caso, de acuerdo con información del
portal de Datos Abiertos de la CDMX, durante el primer trimestre de 2019, se
reportaron ante la PGJ tres mil 532 casos de robo de auto, 35% más respecto al
mismo periodo de 2018.
2. La
percepción ciudadana.
El
Secretario comentó durante su exposición que este es el elemento más importante
en términos de medir la eficacia de una estrategia de seguridad.
En este
sentido, es evidente que en la actualidad la percepción de seguridad entre los
habitantes de la CDMX, no es la más favorable. Basta con hojear un periódico,
darse una vuelta por las redes sociales o platicar con cualquier persona en la
calle para darse cuenta de este hecho.
3. El alto
índice de impunidad.
Este es un
factor definitivo para establecer un estado crítico en materia de seguridad.
La cifra en
este punto es escalofriante: De acuerdo con datos oficiales de la Procuraduría,
de los 730 homicidios dolosos registrados del 5 de diciembre de 2018 al 29 de
mayo de 2019, apenas se han resuelto el 5% de los casos. Sólo 40 personas
acusadas de homicidio llegaron ante un juez, de los cuales solamente 3 fueron
judicializados.
Así pues, en
el caso de la Ciudad de México, los tres parámetros expuestos están en rojo. A
esta situación correspondería una sola respuesta: El golpe de timón.
Tristemente,
la insistencia y firmeza en las declaraciones de las autoridades, que los hacen
parecer aferrados a defender a capa y espada una estrategia que no está
funcionando, reviven la preocupación de que el actual gobierno no es sensible
al estado de crisis que vive la ciudad.
Reconocer el
error, a menos que se esté buscando solucionarlo con un golpe de suerte o un
milagro, siempre es el primer paso. Esperemos que así se haga pronto, de lo
contrario estamos condenados.
T:
@jorgegavino
F:
JorgeGavinoOficial
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