“Y todo, como el diamante,
antes que luz es carbón.”
José Martí (1853-1895),
poeta y revolucionario
La palabra
carbón viene del latín carbo, la cual se piensa puede estar relacionada
con la raíz indoeuropea *ker-4- que significa fuego, calor, quemar. Esta
palabra latina, no tiene muchos paralelos con el mundo indoeuropeo, por lo
cual, hay lingüistas que consideran “dudoso” que pueda existir alguna relación
entre estos términos.
De lo que no
existe ninguna duda, es que estas “piedras negras que arden como leños” -tal
como Marco Polo describió al carbón cuando viajó a China en el siglo XIII- son
bien conocidas por el ser humano desde el periodo Neolítico, la época
cavernaria, cuando el hombre empieza a usar el fuego y el carbón deja de ser
una piedra ornamental para convertirse en fuente de calor.
La historia
del carbón parece acompañar la evolución de la humanidad etapa por etapa. Por
ejemplo, en el siglo XVIII, el aristócrata francés, Antoine Lavoisier
(1743-1794), fue el primero en declarar que el carbono era un elemento químico
y demostró que los diamantes son una forma de carbón. Lavoisier, a pesar de ser
considerado el padre de la química moderna, fue acusado de fraude fiscal y de
vender tabaco adulterado. Terminó siendo ejecutado en la guillotina en pleno
apogeo de la Revolución Francesa.
La
generación de electricidad con este combustible fósil, es relativamente nueva
en su larga historia. La primera vez que se utiliza con este fin es en la
década de 1880... Por eso es imposible no alarmarse cuando escuchamos que el
plan maestro en la generación de energía eléctrica en México, se basa en el
carbón.
Esta medida
resulta todavía más incomprensible cuando consideramos el avance que ya se
había logrado en materia de energías renovables con las “Subastas Eléctricas a
Largo Plazo” que habían tenido un éxito inesperado y fueron canceladas sin
ninguna justificación, de manera repentina y sin ningún plan alterno, a
principios de este 2019.
En la
Península de Yucatán las consecuencias de la improvisación por parte del
gobierno empiezan a manifestarse en forma de apagones que inicialmente
intentaron ser explicados con la insultante teoría de que estos se debían al
sobrecalentamiento de las líneas de transmisión de energía eléctrica a causa de
la quema de pastizales de azúcar. Siempre ha habido quema, los apagones son
cosa nueva.
En esta zona
del sureste, se ha generado una crisis de abasto de luz por la falta de gas
natural para generar energía eléctrica y el aumento de la demanda. Crisis que
solamente parece agravarse por la errática toma de decisiones de nuestras
autoridades que han resultado en desatar un conflicto internacional con Canadá
por no respetar los contratos de gasoductos.
El carbón ha
sido una parte sustancial en el desarrollo de la humanidad, pero, si queremos
sobrevivir como especie, debemos limitar su uso como mineral a la purificación
del agua y dedicarnos a generar toda la electricidad a partir de energías
limpias.
Nada es más
valioso que garantizar la calidad del aire que hoy respiran nuestros hijos y
que mañana respirarán nuestros nietos.
T:
@jorgegavino
F:
JorgeGavinoOficial
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