“La
pobreza extrema en cualquier lugar,
es una amenaza a
la seguridad humana en todos lados”
Kofi Annan
La filosofa española
Adela Cortina, acuñó la
palabra aporofobia como un equivalente al concepto “miedo a los pobres”, y eso precisamente es lo que está aconteciendo en algunos sectores de nuestro país y en los EEUU. ante las caravanas migratorias
procedentes de Sudamérica que han ingresado a México de
manera irregular y por la fuerza.
Múltiples organizaciones gubernamentales, congresos
estatales, personalidades políticas de uno u otro signo, se han pronunciado por el
apoyo irrestricto a los derechos humanos de todos ellos, aún más, incluso se han generado apoyos económicos de servidores públicos, empresas, gobiernos estatales y municipales,
iglesias y pueblo en general.
Estas migraciones están llegando a ser verdaderas oleadas de personas que
vienen huyendo de la pobreza extrema, buscando expectativas nuevas que se
resumen en el sueño americano, y son impelidos por la eterna búsqueda de condiciones más promisorias de salud, educación y trabajo para sus
hijos y descendientes.
Definitivamente no hay un plan de gobierno federal
claro que dé salida, ni si quiera una solución lógica a la crisis
humanitaria en estas migraciones, que son las más grandes de la historia del país y del continente americano en su conjunto; si las
oleadas de migrantes cumplen su pretensión de llegar a la frontera e intentan
introducirse a los Estados Unidos de América, habrá violencia y enfrentamientos por la radical postura
del presidente norteamericano que utiliza un nacionalismo a ultranza y
decimonónico para justificar su presencia como presidente ante los sectores más reaccionarios de aquel país.
Si se aproximan los suficiente a la frontera para
ocasionar algún
riesgo de enfrentamiento, el gobierno de la nación a
través de la policía federal, deberá poner un cordón de protección y seguridad para
evitar ese riesgo, no se podría cometer la imprudencia que dejar a su suerte a los
hondureños y compañía, ante la guardia nacional norteamericana (military
forces), que ya
tiene órdenes de utilizar armamento sofisticado, para evitar a toda costa que
un solo migrante ingrese al territorio yanqui.
Luego entonces, el pueblo mexicano apoya con víveres, medicinas y recursos para que lo más pronto posible,
nuestros huéspedes que componen un verdadero éxodo,
lleguen a su destino, y ya ahí, se encontrarán con un muro físico y humano, que parará de manera violenta su peregrinaje, “y llegarán a ninguna parte“, entonces, estarán en una encrucijada, regresar a su patria más empobrecidos y cansados, o aceptar las migajas que
les pueda ofrecer el destino; y si es pan y no migajas, será para unos cuantos y no para unos cientos de miles
que seguramente llegarán
por las expectativas generadas por los buenos apoyos entregados.
Lo que hagan nuestros gobernantes presentes y
futuros, será parte
de la historia moderna de Iberoamérica, ojalá no se equivoquen ni unos y otros; tienen hombres y
mujeres, niños y ancianos en sus manos, y eso no es poca cosa.
T: @jorgegavino
F: JorgeGavinoOficial
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