Reflexiones en el tiempo

30/12/11

LAS PIÑATAS

Jorge Gaviño Ambríz
“Dále, dále, dále no pierdas
el tino mide la distancia
que hay en el camino…”
“No quiero oro, ni quiero plata
yo lo que quiero es romper la piñata…”
Anónimo

A una olla de barro o de cartón llena de fruta como naranjas, mandarinas, cañas, tejocotes, cacahuates y principalmente dulces, forrada de papel china de diferentes colores, estilos y picos, se le conoce como “Piñata”. Constituye una tradición en nuestro país desde hace muchísimos años; sin embargo, aunque sus orígenes no sean de este país, tiene un significado para los mexicanos por su religión católica. Representa al diablo disfrazado y los picos a los 7 pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza; un niño o un adulto pasa con fe inquebrantable (simbolizada por la venda) a vencer al diablo y romper las tentaciones y al partir la piñata con el palo (simbolizando la esperanza), el contenido es el premio.
Se cree que las piñatas fueron llevadas por Marco Polo (quien las vio en oriente) a Italia en el siglo XII y fue ahí que adquirieron un significado religioso; los italianos les llamaban “pignattas” (olla frágil), los agricultores las usaban durante las fiestas de cuaresma, conociéndose después como “El Domingo de la Piñata”. En España, la olla se rompía el primer domingo de ese periodo litúrgico, tornándose en una fiesta y celebrando así el “baile de la piñata”, lo cual les traía buena suerte. Cabe señalar que hasta entonces la olla no era decorada. Cuando los españoles la trajeron a  América, durante la colonización, le dieron una atribución teológica y es cuando toma una apariencia de esfera y se comienzan a decorar con los picos, los papeles y colores. Las frutas y el resto del relleno, significan las tentaciones de la riqueza y los placeres terrenales.
De todos modos, sus orígenes provienen de China, y durante su visita, Marco Polo vio cómo los chinos creaban coloridas figuras de animales cubiertas con papel, las cuales se colgaban con arreos y se usaban en las celebraciones del Año Nuevo. Hacían figuras de vacas, bueyes o búfalos y de ellas colgaban instrumentos agrícolas. Por dentro estaban llenas de semillas de diferentes tipos que cuando los chinos las golpeaban, éstas caían; después, el papel era quemado y las cenizas eran consideradas de buena suerte para todo el año, presagiando una buena temporada agrícola.
En nuestro país, además de romper la piñata, se cantan canciones típicas, destinadas a las colaciones, a los invitados y a los anfitriones, mismas que según la región se han ido modificando o desapareciendo.
Actualmente las piñatas ya no se utilizan sólo en festividades navideñas como las posadas, sino también en los cumpleaños y una que otra fiesta. Se decora con ellas: las calles, casas, avenidas, centros comerciales entre otros; su fama ha cruzado fronteras una vez más, pues, en todas las países del mundo podemos encontrarlas, y siempre hay alguien en cualquier lugar que las conozca o que alguna vez haya estado formado para romper una de ellas ó incluso, alguien deseoso de hacerlo.
Las piñatas ahora forman parte de nuestras tradiciones, cultura e identidad como mexicanos, nos podemos sentir orgullosos de que al adoptarlas les pusimos nuestro sello mexicano de folklor, colores y alegría, agregándoles además cánticos típicos. Son tradiciones que no se deben perder,  el conocer de dónde vienen, cómo las adquirimos y el significado que tienen y han tenido, es importante para que ésta tradición se pierda y al contrario, se siga transmitiendo de generación en generación.
Twitter @jorgegavino

Publicado en El Sol de México el 28 de diciembre de 2011.

19/12/11

¿LOS INTELECTUALES DEBEN GOBERNAR?

Jorge Gaviño Ambríz

“Sin pensamiento no hay cultura, sin intelectuales no hay ideología. Los intelectuales no gobiernan ni deben gobernar, sino pensar; pero sin intelectuales no hay política seria”.
Norberto Bobbio

Intelectual es un término que viene del vocablo latino “intellectuālis” y está estrechamente vinculado con el entendimiento; es aquel que dedica su vida al estudio, reflexión y análisis sobre la realidad. El poder, por otro lado, es un arma de dos filos que trae libertad, pero a la vez seduce hacia la tentación, pues pocas veces deja de ser egoísta, manteniendo en una cuerda floja a todo el que lo posee y su futuro se encuentra en una caja de pandora a expensas de cualquier paso en falso. 

Desde hace miles de años, la unión de estos dos conceptos ha sido tema de debate por muchos críticos e historiadores. Platón por ejemplo, creía que los filósofos eran quienes deberían gobernar, pues ellos eran quienes habían escapado de las cadenas de la ignorancia, mientras que Kant sostenía lo contrario al decir que el poder corrompe inevitablemente el libre juicio de la razón. Esta unión resulta controversial como lo explica Pedro Ángel Palou, pues la cultura amenaza al poder al producir pensamiento y este a su vez, lo cuestiona; es por esta razón que la cultura es en muchas ocasiones, manipulada, destruida o censurada. Palou afirma también, que éste es uno de los últimos lenguajes que permiten resistir al poder y mantenerlo vivo es fundamental para toda democracia.

En México, esta relación se define con base en algunos momentos históricos determinados; personajes como Miguel Hidalgo y José María Morelos resaltan por haber logrado una identidad combinada entre lo político e intelectual, durante el periodo de la independencia a la República restaurada, donde la dirección del país se disputaba entre distintos proyectos de nación, la intelectualidad se vio dividida entre realistas y republicanos, más tarde entre conservadores y liberales. Con Porfirio Díaz, a los intelectuales se les impulsó de gran manera al considerar a los científicos como los teóricos del régimen.

La pregunta de si un intelectual debe o no gobernar, se encuentra en voga actualmente en México, debido al próximo cambio de gobierno en el 2012. Periodistas como Adela Micha afirman que "Leer es irrelevante a la hora de Gobernar", pues argumenta que “…ser un lector voraz no era garantía de ser un buen gobernante”… sin embargo, hay quienes piensan que un buen presidente debe ser alguien culto, con educación y con el valor de la lectura, pues además representa al país internacionalmente.

Desgraciadamente en cuestiones presidenciales, México ha sufrido ya un par de tropiezos debido a la falta de de educación en sus mandatarios; como dice Jesús Reyes Heroles: “en política únicamente se comete un error. Todo lo demás es consecuencia…” nuestro último presidente Vicente Fox en 2002, durante la Cumbre de Naciones Unidas para el Desarrollo, realizada en Monterrey, demostrando si no una falta de cultura, sí una carencia de “las buenas formas”, le dijo al presidente cubano Fidel Castro: “comes y te vas”, para que no coincidiera con su homólogo de Estados Unidos George Bush….en otra ocasión ante el Rey Juan Carlos de España, le cambió el nombre al escritor argentino Jorge Luis Borges, al llamarlo “José Luis Borgues”.
La cuestión sería si aún pudiésemos encontrar entre los precandidatos que tenemos alguno que reúna ambas virtudes, la de intelectual y la de “saber gobernar”, pues aún cuando no sean los intelectuales más brillantes, al menos tendrían que ser congruentes con sus proyectos; todos cometemos errores, pero hay maneras de mantener la congruencia y postura, como decía Mark Twain: “Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda…”.
Twitter @jorgegavino

Publicado en el Sol de México el 19 de diciembre del 2011
  

12/12/11

TAILANDIA SIGLO XXI Segunda Parte

Jorge Gaviño Ambriz

"Las únicas copias buenas son aquellas que nos permiten apreciar el ridículo de los originales."
La Rochefoucauld 

En mi entrega pasada hablé sobre Tailandia, un país místico, me referí brevemente a su forma de vida que, a nuestra perspectiva occidental, nos resulta sorprendente y digno de admirar; esta vez, además de continuar resaltando detalles peculiares, también relataré algunas experiencias.

Curiosamente tenemos una tradición en común, ligada al agua, en México se conoce como “sábado de gloria”, hace apenas algunos años se acostumbraba que la gente saliera a las calles a mojarse; en Tailandia “Songkran” es un festival conmemorativo por el año nuevo, el cual consiste en reunir a las familias y amigos para celebrar, pero también es una fiesta en donde extranjeros como nativos se reúnen en las calles para mojarse y cantar. Los jóvenes hacen una mezcla de talco y agua; al pasar los incautos, son sorprendidos y acaban con la cara embarrada de ésa mezcla parecida a la harina, no es extraño que se arme toda una batalla campal en las calles y avenidas de Bangkok.

Las concentraciones humanas y multitudinarias son aprovechadas allá igual que aquí por los amantes de lo ajeno, debido a los apretujones los “carteristas” hacen su “agosto” a costa de los que van a divertirse; la impresión y desánimo son idénticas en México como en Tailandia de aquellos que terminan siendo robados.

Udon Thani es una provincia ubicada al norte de Tailandia, es un lugar que conserva tradiciones ancestrales, toda su forma de vida está impregnada de celebraciones que la hacen muy pintoresca. En una ocasión un estudiante mexicano nacido en Colima, se encontraba en dicha ciudad de Tailandia, caminando por las calles muy despreocupadamente, había adquirido una maleta extra (debido al exceso de compras); él se sentía feliz después de haber solucionado su problema de bolsas y más bolsas y por fin compactar sus compras en un solo lugar, mientras caminaba, observó una situación de extrañeza: la gente se conmocionaba, las personas hablaban exaltadas y comenzaron a tirarse al piso, el colimense no comprendía su idioma y mucho menos qué es lo que ocurría a su alrededor, optó por hacer lo que dice el dicho “al país que fueres, haz lo que vieres”; pensando que era una bomba ó algún atentado, aventó su maleta y se unió a la demás gente arrojándose a su vez al piso. Vio pasar varios automóviles negros con vidrios polarizados, aunque se asustó mucho, una vez que pasaron y las cosas comenzaron a volver a la normalidad, la curiosidad de saber qué es lo que había ocurrido, lo invadió y decidió preguntarle al primero que comprendió el idioma inglés, éste le informó que el rey había pasado y por eso la gente se inclinó hasta el suelo para rendirle honores.

Existe un centro comercial muy conocido en Bangkok llamado MBK, es un lugar cosmopolita, con instalaciones de primer mundo, con una arquitectura espléndida; si tuviéramos que compararlo con alguna plaza comercial en México, no exageraríamos si afirmáramos que no le pide nada al más moderno establecimiento de éste país. Llama la atención la forma como se realizan las operaciones entre el dependiente y el cliente, uno espera que por ser un lugar establecido y reconocido, no se buscará llegar a un acuerdo en cuanto al precio, sin embargo no es así, se estila “regatear” hasta llegar a un acuerdo mutuo. Como si estuviéramos en el “tepito” mexicano se puede encontrar un sinfín de productos, tanto de alta como baja calidad, así como piratería, imitaciones, clones y cosas de segunda mano.

Tailandia es a la vez tradicional y moderno; profundamente religioso y tolerante; conservador de costumbres y con un arraigado espíritu liberal en el sexo; en este país misterioso conviven dos mundos en uno solo…

gavinojorge@hotmail.com
Twitter @jorgegavino

Publicado en el Sol de México el 12 de Diciembre del 2011

5/12/11

TAILANDIA SIGLO XXI

Jorge Gaviño Ambriz

"Los reyes son felices en muchas cosas, pero principalmente en esto: pueden decir y hacer lo que les plazca."
Sófocles

Tailandia, conocido como “el país de las sonrisas” por la calidez de su gente, es un país del sudeste asiático que colinda con Vietnam, Camboya, Laos y Malasia; su población es de 65 millones de habitantes. Bangkok su capital, es considerada una de las ciudades más pobladas e importantes del mundo.
El budismo es su religión principal, quizá por eso existe en mucha de su gente balance entre lo interno y externo, ayuda mutua y una incansable búsqueda de la felicidad. Existe la tolerancia hacia otras religiones, incluso se ven un par de iglesias católicas en las calles de Bangkok.
Con la niñez y juventud se busca la igualdad, todos portan el mismo uniforme, distinguiéndose únicamente las hebillas de los cinturones de hombres y mujeres, así como los botones de las camisas blancas, representando el escudo de la escuela o universidad correspondiente.
Tailandia está en vías de desarrollo, es emergente, preparado tecnológicamente, con creciente inversión en infraestructura, sus medios de transporte y carreteras son excelentes; cuenta con el BTS, metro que circula en un segundo piso, la vista desde los vagones, su rapidez y la conservación de las instalaciones son admirables. El MRT es el metro subterráneo, que de igual manera es innovador y eficiente.
El medio de transporte más famoso y tradicional es el “TUK TUK”; una moto que tiene una especie de carroza con toldo, a pesar de que la mayoría son vehículos viejos, son muy rápidos, desde el inicio se llega a un acuerdo con el conductor en cuanto al precio. Los moto-taxis (simples motocicletas sin ningún aditamento), son otro medio de transporte (ciertamente peligroso), diariamente se ven personas sobre el pavimento.
Bhumibol Adulyadej es el actual rey de la monarquía tailandesa, es el jefe de estado de los más ricos del mundo y el que más tiempo lleva en el poder (65 años). Para los tailandeses representa una figura “casi divina”. Es importante mencionar que en Tailandia, la monarquía está por encima de la Constitución, no dentro, como en Europa, el pueblo le tiene gran aprecio, por las calles es bastante común apreciar imágenes suyas.
Diariamente a las 8 a.m. y 6 p.m. tocan el himno nacional; justo donde más se aprecia este momento, es en las estaciones de transporte público, pues cuando se vive la agitación de la prisa y el himno comienza, hay un mutismo, una quietud indescriptible, así como un momento de silencio por su historia… y luego otra vez la prisa…
Un contraste entre lo tradicional y lo futurista se exterioriza, se aprecia en el séptimo arte, pues en todas las salas de cine después de los cortos y antes de la película se muestra una cápsula sobre la vida del rey, durante la cual los asistentes deben ponerse de pie, la ley penaliza no acatar dichos códigos. Existe un canal de televisión donde en el transcurso del día se transmiten actividades de la realeza y su historia; extrañamente el programa tiene una gran aceptación.
Una profecía vaticina que Bhumibol Adulyadej será el último rey; un augurio únicamente, pero lo que sí es un hecho es que su salud no ha estado bien en los últimos años. El rey tiene 4 hijos, tres mujeres y un varón, sin embargo su hijo quien podría subir al trono, no ha heredado su popularidad, hay un secreto a voces que tiene una enfermedad incurable.
Hacer críticas o difamar al rey, son delitos de “lesa majestad”, se castigan con 15 años de cárcel; algunos escritores tailandeses buscan que se permita discutir de manera constructiva sobre la monarquía, sin embargo, no se ha logrado nada aún.
Tailandia ha ido cambiando y distinguiéndose por ser esa combinación mística entre lo antiguo y lo moderno. Pero será hasta mi próxima entrega que narre algunas anécdotas interesantes sobre el estilo de vida tailandés.
Twitter @jorgegavino

Publicado en el Sol de México el 05 de diciembre del 2011