“Los hechos no dejan de existir
sólo porque son ignorados.”
Aldous Huxley
sólo porque son ignorados.”
Aldous Huxley
Entre toda la controversia que se ha
desatado por las críticas a la relevancia y cuestionamientos a la
veracidad de las cifras que cada tarde presenta la Secretaría de Salud
con el motivo de informar acerca de la pandemia del coronavirus en
nuestro país, hay un hecho que se ha ido perdiendo en la polvareda.
Me refiero a la acción tardía por parte
de las autoridades para implementar la única acción que podía mitigar el
golpe por la pandemia del COVID-19: el “distanciamiento social.”
Una de las pocas certezas para enfrentar
esta emergencia sanitaria, comprobada en otros países que tuvieron que
pasar por esta experiencia antes que nosotros, es que, la única manera
de romper la cadena de contagio de un virus para el que no existe vacuna
ni tratamiento y de “aplanar la curva”, es el aislamiento.
Antes de que empezara el año nadie
esperaba que ocurriera una pandemia. Lo imprevisible, lo inesperado
desbarata los planes más formidables. Tal parece haber ocurrido con el
proyecto de la administración que apenas iba empezando su segundo año.
Cuando ocurrió eso que era imprevisible, lo único que podía hacer el gobierno ante ese momento de crisis era prever.
Tristemente, en el caso de México, no se
actuó con oportunidad. La “Jornada Nacional de Sana Distancia” empezó
oficialmente el 23 de marzo, a pesar de que muchas voces en todo el
territorio nacional pedían que se tomaran medidas desde semanas antes.
Las autoridades no escucharon. Tan solo
en la Ciudad de México, se permitieron eventos masivos, desde la cabeza
del Ejecutivo, se llamó a la gente a que saliera y comiera en
restaurantes, contradiciendo la propia estrategia de salud.
Cuando la magnitud del tsunami estaba
clara, se cambió el semblante. Entonces sí comenzaron a intentar
transmitir mensajes con más seriedad, ahora sí se empezó a decir que las
decisiones se basarían en la ciencia porque “los políticos no somos
todólogos”.
Pero era demasiado tarde. Aún cuando
desde enero sabíamos lo que venía y sabíamos cómo teníamos que actuar,
no hubo preparativos para esta etapa.
¿Dónde quedaron las políticas públicas y
cuál fue la planeación que permitiría a la población seguir la
indicación más importante de todas que era “quedarse en casa”?
Hoy nadie que abra los ojos y mire a la
calle puede decir que hubo tal. La gente no puede quedarse en su casa,
aunque quisiera, y el gobierno no les ayudó. La saturación de hospitales
es una consecuencia directa de este hecho.
La falta de acción oportuna y la falta
de planeación, han sido exhibidos por la propia realidad porque esta no
se puede manipular.
Aunque se les pretenda ignorar: Los hechos, hechos son.
La sana distancia llegó tarde, pero más vale tarde que nunca...
Vicecoordinador del Grupo Parlamentario del PRD en el Congreso de la Ciudad de México.
Publicado en: https://www.cronica.com.mx/notas-sana_distancia_tardia-1153453-2020
Twitter: @jorgegavino
Facebook: JorgeGavinoOficial
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