Reflexiones en el tiempo

6/1/20

EZLN 2020: CONTRA EL ECOCIDIO

"La Tierra es nuestra madre,
nuestra vida y nuestra libertad.”
Filosofía Guaraní

El 1 de enero de 1994, entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre México, Estados Unidos y Canadá. Ese mismo día, durante la madrugada, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas en contra del gobierno del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, tomando siete cabeceras municipales del estado de Chiapas.
Hace unos días, precisamente en el marco de la conmemoración del levantamiento armado, el subcomandante Moisés (actual vocero del movimiento zapatista) repitió la misma consigna que hace un año: No al Tren Maya. Oposición rotunda a cualquier megaproyecto que implique la destrucción de la Selva Lacandona.
El subcomandante acusó que la consulta hecha por el gobierno había sido una simulación y señaló, en una frase lapidaria, que ellos también habían hecho su propia ofrenda a la Madre Tierra: “No para pedirle permiso a la tierra de destruirla, o de venderla, o de traicionarla. La hicimos la ofrenda solo para avisarle a la Madre Tierra que la defenderemos. La defenderemos hasta morir si es preciso”.
Al ser cuestionado sobre la posición del Ejército Zapatista, el presidente de la República comentó que él: “Les diría que no tienen toda la información” y que las declaraciones del subcomandante Moisés eran “mucha propaganda” y “mucha carga ideológica”.
Me parece que el mensaje del EZLN va más allá de la propaganda o una simple declaración ideológica: es una advertencia al gobierno de que no permitirán ningún daño a sus tierras y están dispuestos a enfrentar cualquier intento de ecocidio.
Es urgente que el gobierno busque el diálogo con estos grupos que han sido históricamente marginados, para encontrarse en una verdadera negociación (entendiendo que toda negociación es ceder). De no hacerlo, podría suceder algo similar a Bolivia donde Evo Morales, desoyendo las protestas de los grupos indígenas y grupos de ambientalistas, insistió por más de once años (sin éxito) en construir una carretera que partiría en dos la selva del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).
Finalmente, para que dicha negociación tenga cualquier esperanza de resultar exitosa, es necesario comprender algo: No hay precio que justifique la destrucción de la naturaleza.


 Publicado en: https://www.cronica.com.mx/notas-ezln_2020_contra_el_ecocidio-1142286-2020

 
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