“Más vale pájaro en mano que ciento volando…”
Refrán popular
Para
la cancelación de un proyecto de la envergadura del aeropuerto en Texcoco,
debieron respetarse los pasos básicos del proceso administrativo que se pueden
resumir de la siguiente manera: Planificación, Organización, Ejecución y
Control.
Es
elemental haber pensado que la decisión política de la Consulta para la
cancelación del NAIM, iba a mover un sin número de factores sobre todo, el
económico, tanto interno como externo del país.
A
través de un análisis financiero se determinó que la Tarifa de Uso
Aeroportuario (TUA), cantidad que pagan todos los que viajan, y que asciende a
18 mil MDP anuales aproximadamente proyectada en el tiempo, podría ser
suficiente para cubrir una gran parte de la construcción del nuevo aeropuerto,
fue así que en un inicio, se constituyó el fideicomiso “MEXCAT” al cual va a
parar la TUA, siguiente paso, se determina emitir 4 series de bonos hasta por 6
mil millones de dólares y ponerlos a la venta en los mercados de capitales a
nivel internacional, así mismo, se contrata la Fibra E colocada por 30 mil
millones de pesos a fin de apalancar el fideicomiso.
Como
resultado de la cancelación de la construcción del NAIM, a la fecha, se han
invertido 60 mil millones de pesos en la obra (prácticamente enterrados) y hay
recursos comprometidos para el pago de recesión de contratos y pago por
inversiones no recuperables de alrededor de 40 mdp, que dan como resultado un
total de más de 100 millones de pesos.
Parece
que la planeación de la cancelación no siguió los protocolos básicos, o que la
comunicación no ha sido la adecuada, teniendo impactos negativos en los
mercados bursátiles, presiones en las inversiones de PEMEX, así como en el
valor del peso. Sin olvidar las pérdidas económicas que han tenido trabajadores
y pensionados del programa de AFORE PENSIONISSSTE, al invertir en el proyecto,
toda vez que las AFORES suman 2 meses de pérdidas, según la comisión nacional
de sistema de ahorro para el retiro (CONSAR); es decir, esas pérdidas se comen
los ahorros de los trabajadores de México. Hasta ahora la Secretaria de
Hacienda y Crédito Público (SHCP) no ha entregado un informe sobre el estado en
el que se encuentra la deuda pública que se contrajo por dicha
cancelación.
Es
momento de echar mano de los mejores especialistas mexicanos, en este tipo de
asuntos tanto nacionales como internacionales, para que analicen a detalle y
determinen el curso a seguir, ya que existe una cláusula de aceleración de
recuperación, que consiste en la obligación de destinar el 80% de la captación
de la TUA para pagar los Bonos con rendimiento garantizado de 6000 mdd. El
problema surge debido a que sin el NAIM en Texcoco, los ingresos que se captan
por la TUA, serán menores porque no se atenderá el volumen esperado de
pasajeros que se tenía contemplado, que alcanzaría hasta 70 millones de
pasajeros al año.
Es
importante contar con un plan financiero de urgencia, por ser un tema que
maneja las finanzas públicas, ya que la deuda compromete recursos
presupuestales del país.
El NAIM está muerto, pero necesitamos saber de una vez
por todas, las deudas del difunto, deudas que pagará el pueblo de México.
T:
@jorgegavino
F:
JorgeGavinoOficial
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