Reflexiones en el tiempo

20/3/12

EL FUTURO DE MÉXICO A DIETA

Jorge Gaviño Ambriz

“De gordos y tragones están llenos los panteones”
Refrán popular

“está gordito…está sanito...!” dicho que con frecuencia se decía entre las personas para determinar la salud de un niño obeso. En la actualidad sufrimos las consecuencias con una incontrolable obesidad infantil en nuestra sociedad, gracias a la mentalidad poco informada.
Conocida como una alteración corporal caracterizada por un aumento excesivo de la grasa del cuerpo, la obesidad se define en estos días como un problema amenazante en nuestras sociedades. En México, este problema se extiende a su población infantil, misma que a pesar de su corta edad, enfrenta una crisis que ya ha alcanzado el término de pandemia y lo más preocupante es que el futuro del país está empeñado en ganar esta carrera.
Es una realidad que México ha superado a Estados Unidos en este tema de obesidad, pues está comprobado que 3 de cada 5 niños sufren de este problema. Las instituciones médicas especializadas en nutrición, psicología y pediatría mexicanas han hecho alertas a la ciudadanía para controlar y poner un límite a esta situación.
Aquellos niños que tienen de sobrepeso han desarrollado limitantes físicos en su vida, enfrentando agresiones psicológicas y sociales dentro de su entorno tanto escolar como familiar; la burla y la discriminación son factores claves para que su infancia no logre la plenitud esperada, razón por la que muchos se convierten en adultos inadaptados social y emocionalmente. Pero en realidad, ¿quiénes son los responsables? ¿Son aquellos padres “gordos” los que transmitiendo ese patrón a sus hijos les hacen creer que es normal vivir de esa manera? ¿O  aquellos que por falta de tiempo y responsabilidad no le dan la importancia debida y también quienes lo ignoran pensando que sus hijos viven sanos?
Por otro lado, la población busca justificarse encontrando a la gastronomía mexicana como la verdadera culpable, pues ésta tiene mala fama de ser comida grasosa y chatarra, misma que provoca la obesidad. Pero en realidad nuestra gastronomía bien aplicada es rica en nutrientes con una gran variedad de frutas y verduras, de los cuales incluso carecen varios países.
 Haciendo hincapié en puntos remotos de nuestra historia, antes de la conquista española, los pueblos mexicas gozaban de una salud envidiable gracias a su sana alimentación y diversas actividades. Sin embargo hoy en día la comodidad de los productos enlatados y la misma comida rápida que incluso nos llega a domicilio, ha impulsado malos hábitos alimenticios desde la forma de preparación, horarios, productos y hasta cantidades. Haciéndonos creer que nuestro metabolismo debe adaptarse a las nuevas formas de alimentación y no nosotros cuidar y regular nuestras actividades y nutrientes que nuestro cuerpo necesita.
Tenemos que modificar todo un patrón cultural que nos hace percibir a los obesos como punto de referencia y con ello entrar a un círculo vicioso y empezar a entrar a uno virtuoso para que nos sea más común ver a alguien delgado y en forma, y no observar todo el tiempo a personas descuidadas, sobretodo si son niños, empezando así una nueva cultura de alimentación y buenas costumbres físicas.
Si no cuidamos del futuro y la salud de nuestros pequeños, en un presente no muy lejano, tendremos una juventud que cumpla con todos los requisitos suficientes para llenar los formularios que los acrediten como personas obesas, aumentando así la diabetes, problemas cardiacos y otras enfermedades comunes entre las personas con sobrepeso.
La obesidad es producto de un problema integral, tenemos que desmantelar todo el andamiaje que lo produce, mismo que va desde aspectos culturales psicológicos, sociales y biológicos; hacer esto rescatará a muchos niños y jóvenes de un destino de desesperación y enfermedad.

Twitter @jorgegavino


Publicado el día lunes 20 de febrero del 2012 en el sol de México

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