Jorge Gaviño Ambriz
“Donde el gusto falta, nada
valen el oro y la plata”
Anónimo
Durante la Conquista, sobrevivientes de diversos pueblos indígenas huyeron hacia el interior de la Sierra Madre Occidental para escapar de la estela de destrucción de las tropas españolas.
Cuenta la leyenda que en el origen de los tiempos el pueblo huichol se encontraba enfermo, las lluvias no llegaban y no había alimento, 4 jóvenes representando cada elemento, agua, fuego, aire, tierra, emprendieron el viaje para salvar a su pueblo. Después de muchas peripecias encontraron la piedra angular del progreso y el símbolo del cambio de suerte para los huicholes, plantas de peyote (Huikuri) que formaban un venado. A partir de ahí todo cambió, a todos curó, alimentó y quitó la sed.
Para el huichol, el mundo posee una dimensión sagrada donde el mara’akame (chamán) penetra por medio del sueño conectando al mundo de los dioses con el profano.
Hace unos días, un grupo Huichol (etnia de México que habita en zonas de la Sierra Madre Occidental, principalmente de Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas, cuya lengua es el wixaritari, vaniuki o huichol), se manifestaron en la Ciudad de México demandando al Gobierno Federal la cancelación de concesiones mineras otorgadas en Wirikuta, y también frenar los megaproyectos agroindustriales.
La Reserva de Wirikuta, ubicada en el altiplano de San Luis Potosí y Zacatecas, tiene una superficie de 140 212 ha, abarcando parte de los municipios de Villa de Ramos, Charcas, Villa de Guadalupe, Matehuala, Villa de la Paz y Catorce.
Muchas voces se han levantado en contra del proyecto de explotación minera de First Majestic (empresa Canadiense) y los apoyos al pueblo indígena huichol van en aumento.
Las autoridades federales deben intervenir para no violar los derechos de los pueblos indígenas y evitar un “ecocidio”.
El pueblo huichol está siendo forzado a aceptar esa explotación. El gobierno reconoció que el Plan de Manejo del Área Natural Protegida de Wirikuta fue elaborado en 2007 y 2008, a pesar de que el decreto federal que la creó es de 1994. Es inconcebible que pasaran más de 13 años para emitir un plan tan importante para ésta región. Se hace notar que, de las 35 concesiones existentes para la explotación minera en la zona, 19 fueron otorgadas antes, 9 durante y 7 después de la publicación del Plan de Manejo en 2008, lo que explica por qué se aprobaron concesiones en zonas en las que el plan prohíbe explotación minera y el problema se agrava porque están pendientes los estudios de impacto ambiental y los permisos ambientales.
Los indígenas afirman que no se les consideró para el otorgamiento y elaboración de instrumentos jurídicos que afectan el uso y disfrute de sus tierras o recursos naturales.
Los dirigentes huicholes exigen que se cumplan las peticiones del pacto Hauxa Manaka del 2008, consistentes en cancelar las concesiones mineras y agroindustriales, frenar proyectos de empresas jitomateras en áreas donde florece el Hikuri Sagrado y emprender un proyecto alternativo que convierta a Wirikuta en un modelo de área protegida a nivel mundial.
La extracción de oro y plata provocan en el entorno, un impacto notable en el paisaje, tanto subterráneas como a cielo abierto, contaminación de acuíferos, tropósfera con metales pesados y otros agentes químicos, como el arsénico, el cianuro, el cadmio, el zinc y el ácido sulfúrico, emanación de gases tóxicos y contaminación de los suelos circundantes, requiriendo grandes cantidades de energía para procesar la extracción, cuyo origen principalmente son combustibles fósiles.
Penetrar a la comunidad huichola, es encontrarse ante las puertas de un fantástico mundo de costumbres ancestrales que se han conservado intactas a través del tiempo. Es llegar a una dimensión en la cual, lo divino y lo profano encuentran una armonía perfecta.
Twitter @jorgegavino
Publicado en El Sol de México el 31 de octubre de 2011.
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