(Publicado el 27 de agosto de 2001 en El Día)
“Puedo escribir los versos más tristes esta noche,
escribir por ejemplo, la noche está estrellada
y tiritan azules los astros a lo lejos...”
Pablo Neruda*
Por razones de la representatividad que tengo como dirigente de los grupos masónicos, se me presentó la oportunidad de escribir estas líneas desde Santiago de Chile, con motivo de la realización de un Congreso Latinoamericano que se celebra del 24 al 27 del presente mes. Desde que volaba sobre el Océano Pacífico y empecé a divisar la cordillera de los Andes, un sinnúmero de ideas se agolparon en mi cabeza; algunas de ellas se han convertido en puntos de reflexión profunda: ¿cuál será la posición de los Chilenos frente al neoliberalismo?, ¿qué opinión tendrán respecto del derrocado Salvador Allende a pocos días de cumplirse un año más del golpe militar?, ¿cuál es la posición mayoritaria del pueblo con relación a Pinochet?, ¿qué impacto tuvo la visita del Presidente Fox a este país?, ¿cuáles son las expectativas de crecimiento y desarrollo económico con un gobierno de izquierda? A lo largo de las horas de permanencia en estos lugares he venido encontrando respuesta a estas interrogantes. No he perdido oportunidad de preguntar sobre estos y otros temas de política a cuanto chileno me encuentro, incluso varios de ellos me preguntan ¿qué es esto, una encuesta?, y yo humildemente contesto, ¡no, es curiosidad!
Hace algunos días se celebró la XV Cumbre del Grupo de Río; el Presidente de México acudió acompañado de miembros de su gabinete y de algunos gobernadores mexicanos. Al gobernador de Querétaro se le implicó en el incidente de la visita a un “Café de Piernas” en esta ciudad de Santiago, hecho que provocó una inquietud tanto en mi compañero de viaje Jorge Araya, dignatario de la Masonería Mexicana, como en el que esto escribe. ¿Cómo serán estos establecimientos? nos preguntábamos, mientras recorríamos algunas calles ubicadas cerca del centro de la ciudad; en eso estábamos cuando pasamos un local con la leyenda “exclusivo café de piernas”, luego otro, y otro más. Jorge me miró con disimulo y me preguntó si sería correcto que entráramos a uno de esos locales comerciales por plena curiosidad científica, yo accedí con el único propósito periodístico de relatar esto a ustedes, estimados lectores.
El espacio es reducido, una barra circular a modo de corral encierra a las meseras que llevan por vestimenta sólo ropa interior, o bien bikinis muy llamativos que resaltan la belleza de las ya muy bonitas chilenas; cada taza de café nos costó 400 pesos chilenos, el equivalente a 6 pesos mexicanos; es decir, por 12 pesitos aztecas estos dos compatriotas de ustedes, dilectos lectores, se endulzaron la pupila durante 20 minutos, tiempo que tardamos en terminarnos el para entonces frío café brasileño. Cuando abandonamos el local, ningún periodista nos esperaba para dar testimonio de esa inesperada visita, qué decepción sentimos; al gobernador de Querétaro, enemigo de las minifaldas y de las malas palabras, le hicieron una gran publicidad, y a nosotros, amigos y admiradores de la ropa fresca no nos hicieron caso los medios de comunicación.
Después de nuestra reunión ritualística, el Gran Maestro de la República de Chile, nos invitó a una visita de cortesía. Nos llevó al Palacio de la Moneda a presentarnos con el segundo hombre del régimen: José M. Insulza, Ministro del Interior, con el que conversamos amigablemente durante cuarenta y cinco minutos; nos sorprendió gratamente el gran cariño que le tiene a nuestro país, por haber estudiado y trabajado en México, ¡mi segunda Patria es Polanco! señaló alegremente.
Hace algunos meses, fue colocada una escultura de Salvador Allende fuera del Palacio de la Moneda; sobre este particular es conveniente resaltar que existe una corriente considerable de personas del pueblo que recuerdan la tremenda crisis de falta de alimentos y productos de primera necesidad, que antecedieron al golpe militar y, por lo tanto, hoy son opositores al socialismo, a Allende y a todo lo que les pueda recordar esos días de desesperanza; por otra parte, unos chilenos con los cuales conversé, principalmente taxistas, se pronunciaron por la reivindicación de Pinochet. Ahí están los contrastes de la vida, los dos hombres fueron presidentes de Chile, uno está muerto y el otro es un anciano; uno es monumento y el otro es inimputable por demencia senil, uno es un mártir, el otro un asesino; uno un soñador, el otro un dictador buscado por España; uno es un símbolo, el otro oprobio.
De llamar la atención, es la tremenda influencia que tiene el clero católico en este país sudamericano; incluso algunas de las iniciativas de los grupos de avanzada han encontrado su fin, precisamente por no encontrar respaldo en los sectores religiosos. Es inconcebible que
en Chile, no exista la posibilidad de divorciarse debido a la oposición del Clero a esta figura jurídica; no obstante, en los últimos años se ha incrementado sustantivamente la necesidad del divorcio. ¿Qué va a pasar cuando en esta gran ciudad se alcancen tasas de demandas de divorcio similares a las de los países desarrollados, como Canadá, que es el país “líder” en divorcios en América con 6 separaciones de cada 10 matrimonios.
El día de ayer comí con el abogado Luis Fernando Luengo Escalona, ex presidente del Senado en 1973 y compañero de Allende. Manifestó su preocupación por que la opinión pública está siendo influida por la propaganda política y se está inclinando cada vez más a la derecha; seguramente el candidato a vencer por parte de los partidos conservadores será Lavín, actual alcalde de Santiago y miembro del Opus Dei, quien es muy cuidadoso en sus declaraciones políticas. Y es que Chile es un laboratorio democrático como lo fue México; los factores se recomponen interminablemente, también aquí se presenta la lucha de la globalización contra la universalización.
*Neftalí Ricardo Eliecer Reyes Basoalto, más conocido como Pablo Neruda (1904 -1973) Poeta chileno, Senador de la República, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile y embajador de Chile en Francia. Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1971; es uno de los poetas más editados e influyentes del siglo XX en todo el mundo.
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