Nuestros derechos
“Un derecho no es algo que alguien te da; es algo que nadie te puede quitar”
Ramsey Clark
La igualdad y la libertad son derechos que adquieren los seres humanos en el momento en el que nacen, pero ¿En qué situación estas garantías se pierden? Si bien es cierto que las circunstancias de cada país, estado, ciudad o región del mundo, las condiciones económicas, sociales y culturales son diversas, los principios fundamentales de la libertad, la justicia y la paz deben imperar.
Pareciera ser que es letra muerta la Declaración Universal de Derechos
Humanos, documento que contiene los treinta derechos que constituyen la
base para una sociedad democrática, siendo el más traducido en el mundo,
el cual fue creado tras los sucesos más violentos a los que nos podemos
enfrentar, la Guerra.
Diariamente suceden acontecimientos que muestran la insensibilidad y menosprecio de las personas hacia sus semejantes; ¿A qué deberíamos atribuir estos actos lacerantes? ¿Hasta dónde puede alguien pasar por encima de otro? Quizá la respuesta a estas interrogantes sería el desconocimiento a los derechos humanos y su aplicación.
Libertad de expresión y creencias, diversidad sexual, discriminación,
se han proclamado como la aspiración más elevada de la humanidad.
Los hombres y mujeres, necesitamos saber que estamos protegidos contra la barbarie; merecemos un nivel de vida con libertad y seguridad. No deberíamos acostumbrarnos a aceptar que se transgreda nuestra persona y entorno.
Tolerancia, respeto y empatía, son valores que deben prevalecer ante
cualquier acontecimiento para lograr un progreso social, es por ello que
dentro de las políticas públicas, debe ser prioridad la promoción de
estos valores y con ello evitar que continúen las violaciones a las
garantías individuales.
@jorgegavino
(Publicado en la Crónica de Hoy el 12 de junio de 2015)
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