Reflexiones en el tiempo

8/8/14

SALARIO MÍNIMO

“Quien mira hacia afuera, sueña. Quien mira hacia adentro, despierta”

Carl Jung


Recordemos que en 1906, portando una bandera nacional y un estandarte con un billete de cinco pesos, cantidad demandada como salario mínimo, los empleados de las minas de Sonora iniciaron uno de los movimientos sociales más importantes de nuestro país: la huelga de Cananea, haciendo caso omiso de la prohibición de Porfirio Díaz de realizar uniones de trabajadores.

En días recientes la Comisión Económica para América Latina y el Caribe señaló que México es una de las naciones latinoamericanas con mayor rezago en materia de políticas públicas sobre el salario mínimo, colocándonos por debajo del umbral de pobreza per cápita, según el valor que representa.

La comisión de salario mínimo ha perdido su objetividad, ya que después de 30 años, por el dicho de expertos nacionales e internacionales, el salario mínimo ha devaluado su poder adquisitivo.

Es imperante crear una política que ayude a generar equilibrio e igualdad entre los factores de la producción, donde los únicos beneficiarios, lejos de cualquier partidista fraccionaria o de lucro sean las y los trabajadores.

Algunos institutos políticos buscan subirse al tema queriendo disfrazar una consulta ciudadana para colocar el salario mínimo dentro del debate de la política nacional, sin embargo, debe existir una estrategia a nivel nacional que permita un piso de salario mínimo de remuneración digna para la clase trabajadora. Tiene que estar vinculado al concepto de poder adquisitivo y también con otras variables que impulsen al sector empleador y el compromiso de los gobiernos para que sin interferir de una manera en el desarrollo del libre mercado sean un instrumento para redistribuir el ingreso y con políticas públicas amortiguar la pobreza con la que vive casi la mitad del país.

                                                                                                  @jorgegavino

                                            (Publicado en la Crónica de Hoy el 8 de agosto de 2014)

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