Las críticas no serán agradables, pero son necesarias.
Winston Churchill
En relación a los reprobables hechos suscitados en el marco de la Copa mundial de futbol Brasil 2014, donde Sergio Israel Eguren Cornejo y Rafael Miguel Medina Pederzini, ahora ex funcionarios de alto nivel de la Delegación Benito Juárez, agredieron brutalmente al esposo de una ciudadana brasileña, a la que previamente habían humillado cometiendo en contra de su persona actos lascivos en plena vía pública, se han escrito muchísimas líneas ágatas.
Es importante señalar que dichos ex servidores públicos fueron representantes populares, lo que implica que ambos conocen las acciones que pueden estar fuera de la norma jurídica, y seguramente sabían que lo que ahora se les imputa se trata de conductas delictivas en cualquier lugar del mundo.
Las declaraciones de Gustavo A. Madero, Presidente de Acción Nacional, referente a que reprueba y repudia este tipo de comportamientos, resultó adecuada para intentar un deslinde de la conducta de estos individuos que por su solo actuar manchan de un plumazo tanto al partido político al que pertenecen, como a la gestión de un equipo político también panista que gobierna en la delegación Benito Juárez.
El político tiene una vida privada que al mismo tiempo es pública, por lo que es prudente recordar que la congruencia entre lo que se piensa, se dice y se hace, tanto en la vida privada como en una función representativa debe ser total; la congruencia es la piedra angular de la ética, sin ella no hay futuro para partido alguno ni desarrollo para una nación.
Si a los mexicanos acusados se les prueban los delitos correspondientes, seguramente pasaran años tras las rejas expatriados, y también pasaran años mientras perdure el recuerdo de una infamia que trascendió la esfera privada y llegó a lo público.
Es importante señalar que dichos ex servidores públicos fueron representantes populares, lo que implica que ambos conocen las acciones que pueden estar fuera de la norma jurídica, y seguramente sabían que lo que ahora se les imputa se trata de conductas delictivas en cualquier lugar del mundo.
Las declaraciones de Gustavo A. Madero, Presidente de Acción Nacional, referente a que reprueba y repudia este tipo de comportamientos, resultó adecuada para intentar un deslinde de la conducta de estos individuos que por su solo actuar manchan de un plumazo tanto al partido político al que pertenecen, como a la gestión de un equipo político también panista que gobierna en la delegación Benito Juárez.
El político tiene una vida privada que al mismo tiempo es pública, por lo que es prudente recordar que la congruencia entre lo que se piensa, se dice y se hace, tanto en la vida privada como en una función representativa debe ser total; la congruencia es la piedra angular de la ética, sin ella no hay futuro para partido alguno ni desarrollo para una nación.
Si a los mexicanos acusados se les prueban los delitos correspondientes, seguramente pasaran años tras las rejas expatriados, y también pasaran años mientras perdure el recuerdo de una infamia que trascendió la esfera privada y llegó a lo público.
(Publicado en la Crónica de Hoy el 4 de julio de 2014)
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