Reflexiones en el tiempo

26/1/11

VIGENCIA DEL PENSAMIENTO JUARISTA


(Publicado el 21 de marzo de 2006. Excélsior)
“Juárez forjó al Estado Mexicano por decreto y a sangre y fuego.”
Justo Sierra*

La obra de Don Benito Juárez dio viabilidad histórica y republicana a México; su distintivo fue la creación de instituciones sólidas mediante la supremacía de la ley, bajo el amparo del Derecho y con la base firme de la igualdad de todos los ciudadanos reflejada en las normas jurídicas. Mucho se ha escrito sobre el Benemérito de las Américas; múltiples políticos de distintas ideologías o partidos hacen suya la filosofía juarista; estadistas internacionales lo citan como un ministro adelantado a su tiempo, como un pacifista que idealizaba a una América unida, justa y con respeto a cada una de las soberanías.

¿Qué hace vigente la obra de Juárez? ¿Qué conceptos son los que le permiten trascender en la historia y la política? Son los grandes principios a que aspira la humanidad los que han permitido a Juárez permanecer vivo en los anales de la historia. Ya lo dijo Alfonso Reyes al describir la invasión francesa de 1863: “La nación se reduce a las proporciones del coche en que Juárez peregrina salvando las formas del Estado.”

Trataré de referir algunos de los principios inspirados por Juárez y su generación: 1.- Separación de la Iglesia y el Estado. El pensamiento laico fue sustento de los congresos constituyentes de 1857 y 1917, porque ambos grupos de legisladores pensaron que el pedestal jurídico de cualquier sociedad es la defensa de la libertad e igualdad de todos ante la ley. Estos principios constituyen el fundamento de una convivencia pacífica, permiten la tolerancia y la libertad de credos, de trabajo, de ideología política y de prensa; y promueven la educación y la crítica científica. Una muestra más del error que se comete al mezclar y poner en pugna a la Iglesia Católica con el Estado mexicano se generó el 24 de julio de 1926, cuando por un fallo del Comité Episcopal, se suspendió el culto en las iglesias de todo el país; la respuesta de los católicos fue primero de azoro, luego de miedo y más tarde de ira; estalló un conflicto armado entre creyentes católicos denominados “cristeros” y el ejército federal. Lo terrenal es para el Estado, lo celestial es para la Iglesia.

2.- Separación de los tres poderes. La Constitución inspirada por Benito Juárez en 1857, trata de recoger la fórmula descrita por Montesquieu en 1747 para lograr un Estado de Derecho. La acumulación de todas las políticas, legislativa, ejecutiva y judicial en las mismas manos es sinónimo de tiranía o dictadura. El México anterior a Juárez se distinguía por estos factores.

3.- Educación laica como fundamento cultural para una nueva generación de mexicanos, en la cual se dirijan las conciencias hacia un bienestar para México. La educación laica de ninguna manera equivale a un vacío de valores, sino a la difusión y defensa de los principios morales de la naturaleza humana con respeto a las convicciones de creencia o de no creencia sobre algún aspecto en particular.

4.- Honradez como exigencia para los gobernantes. Fue el primer presidente que informó al pueblo sobre las actividades del poder ejecutivo; manifestó que debía “… dar cuenta a los representantes del pueblo de los actos de mi gobierno, para que, conociéndose hasta qué punto he correspondido bien o mal a la confianza ilimitada que en mí depositó el cuerpo legislativo, pueda aprobarse o reprobarse mi conducta”.

5.- El respeto entre naciones como plataforma para lograr la paz. Bien merecido tenía Juárez el título que le dio Colombia como el “Benemérito de las Américas” El orden internacional está esencialmente constituido por el respeto a la personalidad de los Estados y a sus derechos; un país no debe desarrollar su existencia o economía afectando la de otros o traspasando sus fronteras. Estas ideas juaristas hubieran evitado muchas muertes musulmanas y norteamericanas. Existen otras instituciones jurídicas que nos legó Juárez que por cuestiones de espacio no describimos, tales como el Registro Público, el matrimonio civil, la secularización de los cementerios, la intervención del estado en hospitales y beneficencias, entre otras. Mientras tanto, Juárez sigue vivo entre nosotros.

*Justo Sierra Méndez (1848-1912) Escritor, historiador, periodista, poeta y político mexicano. Maestro y fundador de la Universidad Nacional Autónoma de México.

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