Reflexiones en el tiempo

26/1/11

¿SAN VALENTÍN O FEROMONAS?


(Publicado el 14 de febrero de 2006. Excélsior)
“Al contacto con el amor, todos se vuelven poetas”.
Platón*


El día 14 de febrero está dedicado al amor y a la amistad; pero particularmente al amor, que pudiera ser definido como un sentimiento intenso del ser humano en su búsqueda permanente de unión con otro ser; es un sentimiento de entrega a alguien o algo. Ciertamente, ocurre una transmutación en el individuo cuando de él se apodera esa emoción; de hecho, las personas “poseídas” escuchan en el correr del agua un murmullo, entienden el lenguaje de los pájaros, metamorfosean el idioma en verso, al cielo lo pintan como escribió Víctor Hugo, en la luna observan no sé qué mística y encuentran en sus cráteres milenarios una magia eterna, y en un beso, una forma de vibrar al unísono. Entonces, quizá se hace realidad aquel proverbio francés que afirma “el amor hace que el tiempo pase, pero el tiempo en venganza hace que pase el amor”.

Dice la “tradición” que existían en la antigüedad dos dioses ciegos, Pluto dios de la riqueza y Eros dios del amor; y eran ciegos porque mientras el primero pasaba el tiempo mirando hacia el piso, hacia la materia, se perdía los misterios de las estrellas y todo el universo de lo trascendente; y el segundo, mirando siempre hacia arriba, queriendo encontrar el espíritu y la pasión en cada instante, perdía el paso y tropezaba constantemente, de ahí su invidencia.

Los antiguos responsabilizaban de ese cambio, de ese parte aguas en la vida de un ser, de esa transformación de actitudes, al dios romano Cupido, Eros para los griegos; y los cristianos responsabilizan al mártir San Valentín quien fue degollado por andar casando jóvenes soldados del imperio romano que perdían, por ese simple hecho, la valentía que tenían en soltería.

Hoy, la ciencia asegura que las feromonas son los verdaderos culpables de los cambios de actitud; se trata de aromas atrayentes del sexo que invitan a acercarse. Las feromonas han sido bien entendidas, ya que los fabricantes de perfumes tratan de imitarlas; en los plaguicidas se usan las feromonas de los insectos para engañarlos y dirigirlos a trampas y así prevenir daños a las cosechas y a las flores.

El hallazgo de las feromonas humanas se llevó a cabo en 1986, cuando se descubrió que las mujeres y los hombres emiten feromonas a la atmósfera y se demostró que las mismas se pueden recoger y congelar durante un año, deshelar y después aplicar.

Cada 14 de febrero, la ciudad italiana de Terni, es visitada por aquellas personas que desean encontrar pareja o quieren tener hijos. Seguramente, San Antonio se pone celoso en estas fechas de su poderoso opositor San Valentín, pero por si fuera en esta fecha preferido San Antonio, ahí les dejo un rezo a tan invocado santo “San Antonio bendito mándame un noviecito; convenga o no convenga, ¡pero que venga!”.

Es evidente que la mercadotecnia y los comercios han influido para que el día de San Valentín se festeje con todo el romanticismo que amerita; lo cual se traduce en la venta de múltiples productos y servicios y, por ende, en la generación de jugosos dividendos.

Dentro del contexto del día de San Valentín y sin tener un principio cristiano, nos topamos con los orígenes denominados paganos o idólatras. Afrodita brota en la escena de los enamorados, diosa del amor, que con sus inmensos poderes protege a las parejas, resguarda la proliferación la especie humana y presencia los partos. También simboliza la pasión desencadenada que devasta las ligas legítimas e incita a toda clase de voluptuosidades y vicios; sus atributos son los secretos de las doncellas, las sonrisas, los engaños, el placer, el amor y la dulzura.



El 14 de febrero significa festejos, regalos, entrega, poesía, inspiración, creatividad y, sobre todo, romanticismo. El sentimiento supera a la razón; el amor es un estado mental que progresa o merma a partir de factores emanados del comportamiento de la persona amada. Me permito recomendar en este día el libro de Octavio Paz ”La Llama Doble”, en el cual se compara al amor con una flama, “la sexualidad levanta la llama roja del erotismo y ésta, a su vez, sostiene y alza otra llama azul y trémula, la del amor. Erotismo y amor: la llama doble de la vida.

*Platón (427 a.C. – 347 a.C.) Filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles, de familia nobilísima y de la más alta aristocracia. Durante su juventud luchó como soldado en las guerras del Peloponeso de las cuales Atenas salió derrotada. Entre sus obras más importantes se cuentan La República, en la cual elabora la filosofía política de un estado ideal; el Fedro, en el que desarrolla una compleja teoría psicológica; el Timeo, un ensayo de cosmología racional influida por las matemáticas pitagóricas; el Teeteto, el primer estudio conocido sobre filosofía de la ciencia; y los Diálogos. Fue fundador de la Academia de Atenas, en donde participó activamente en la enseñanza.

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